Madre tierra son pocos los que te respetan, pero habitan en agonía…
los que se alejaron, mancillaron tu piel detrás de la destrucción impune, libre de cargo…
Madre Tierra, de Rosa María Reeder
CULTURA IMPAR
José Manuel Rueda Smithers
Más allá de que nuestra convicción sea o no pertenecer a un grupo ambientalista, o tener la idea de guardar el respeto por unas cuantas horas, en los momentos que se viven en el mundo, es un día importante para volver hacia una cultura de respeto a la naturaleza.
El Día Mundial de la Naturaleza y El Día de la Tierra, recuerdan la urgente necesidad de intensificar la lucha contra el crimen hacia la fauna, e ir en favor del planeta, ya que tiene amplias repercusiones económicas, medioambientales, de salud y sociales.
La Cultura Impar encontró la página internacional Global Earth Challenge (earthday.org), para que ciudadanos, científicos, académicos, y gente común, o lo que ellos llaman “los voluntarios públicos”, contribuyan a la investigación regional y científica.
Global Earth Challenge™ es una asociación coordinada por EARTHDAY.ORG, el Wilson Center y el Departamento de Estado de los Estados Unidos
Este enlace a través de las redes sociales, cada vez más grande, permite a las personas monitorear las amenazas a la salud ambiental y humana en sus comunidades, sin importar su ubicación geográfica.
Retroalimentan a los demás, al compartir datos, para presionar a quienes toman decisiones, y apliquen medidas para impulsar políticas de cambio. Explican que “una nueva plataforma de datos abiertos facilitará a los investigadores de todo el mundo la búsqueda y el acceso a información de alta calidad, y el uso de datos de ciencia ciudadana para evaluaciones de políticas internacionales como los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas”.
Y sin presumir sus alcances ni sus perspectivas –que valen la pena- sólo muestran dos objetivos que hablan muy bien de lo que se hace día a día en la búsqueda de una verdadera cultura de respeto hacia nuestro planeta.
No se quebraron la cabeza para definirlos: Son el objetivo 1, y el objetivo 2.
En el primero, subrayan lo que es un llamado público a la acción, para “aumentar la cantidad de datos de ciencia ciudadana abiertos y encontrables, accesibles, interoperables y reutilizables (FAIR) para ayudar a los investigadores y responsables políticos a comprender cómo está cambiando el medio ambiente”.
Es así como alimentan a la ciencia mundial sobre lo que los observadores ciudadanos llevan a cabo en sus entornos, de todas las regiones del mundo, sea desde una gran ciudad hasta el poblado más apartado, y envían la recopilación de los datos que consideren valen la pena para trabajar a favor del cuidado ambiental.
El objetivo 2, va muy de acuerdo con el pensamiento moderno de cómo intercomunicarnos e intercambiar ideas. Textual, señala: “Empoderar a las personas de todo el mundo para que actúen sobre sus conocimientos para construir comunidades más seguras y saludables.
Además de los datos abiertos, Global Earth Challenge™ compartirá mapas de lo que la gente está encontrando en todo el mundo. El proyecto también publicará recursos educativos como planes de lecciones y materiales de «Lo que puede hacer» para apoyar a los defensores de los ciudadanos. Estos recursos harán que la ciencia ciudadana sea accesible y significativa, vinculando la participación en la investigación científica con la educación y la acción”.
Es un proyecto internacional que vale la pena compartir, participar y difundir sus avances, para generar cultura y subrayar convicciones en las generaciones a las que vamos heredando un presente complicado y lleno de dispersión.
Claro, enfrentan a países como el nuestro, donde el gobierno en turno desdeña la investigación y a la educación misma, dejándolos cada vez con menor presupuesto buscando el olvido para un beneficio meramente político y poco claro. Y México, era el paraíso del mundo.
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