El Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) ha emitido un alarmante informe que destaca cómo la agricultura y el turismo en México están en grave peligro debido a los efectos del cambio climático. Según el CAF, México es uno de los países de América Latina que sufrirá los mayores impactos negativos del cambio climático, mientras que otras naciones podrían ver un aumento en su producción. Estas revelaciones plantean preocupaciones significativas tanto para la seguridad alimentaria como para la industria turística del país.
La variabilidad en las precipitaciones y el aumento de la aridez son dos de los problemas más graves que enfrentan los agricultores en México, especialmente aquellos con explotaciones pequeñas y temporales. Esto amenaza directamente la seguridad alimentaria y nutricional de los pequeños productores y, en particular, la de aquellos que dependen de sus cultivos para el autoconsumo, según el informe titulado «Desafíos globales, soluciones regionales» del CAF.
El informe subraya que el sector agropecuario en México está particularmente expuesto al cambio climático, con el 44% del área de cultivo compuesta por explotaciones de menos de 2 hectáreas y el 76% de menos de 10 hectáreas. Además, cerca del 73% del área de cultivo depende del agua de lluvia, lo que lo hace especialmente vulnerable a las reducciones en las precipitaciones previstas en el futuro.
El CAF proyecta que la temperatura media en México continuará aumentando en las próximas décadas y que habrá una disminución de las precipitaciones, que se volverán menos predecibles, lo que tendrá un impacto negativo en el sector agropecuario.
Con el 12.5% de la población trabajando en el sector agrícola, México se encuentra cerca del promedio de América Latina, que es del 15.2%. Sin embargo, también es el segundo país de la región con las emisiones contaminantes más altas, con sus principales fuentes en el sector industrial (31%), los sistemas de energía (25%) y el transporte (17%). El sector agropecuario representa el 13% de estas emisiones, junto con el cambio en el uso del suelo (12%) y las edificaciones (3%).
Dado que estas actividades son fundamentales para la economía mexicana, es imperativo que se tomen medidas para reducir sus emisiones. En el sector agropecuario, una forma clave de mitigar las emisiones es reduciendo el uso de fertilizantes con alto contenido de amoníaco, así como de productos manufacturados que los contienen, como el plástico.
El turismo, una de las industrias más importantes de México, también se encuentra amenazado por el cambio climático. El informe del CAF destaca preocupaciones relacionadas con la pérdida de biodiversidad, el aumento de las temperaturas promedio y la mayor frecuencia de eventos climáticos extremos.
Además, el cambio en el uso del suelo, que incluye la deforestación, el drenaje de humedales y la sustitución de pastizales naturales, tiene un impacto severo en los ecosistemas y la biodiversidad del país. A pesar de que el 23% de la superficie en México se conserva en estado natural o seminatural, este porcentaje está por debajo del promedio regional del 45%.
El informe del CAF subraya la urgencia de tomar medidas concretas para abordar los desafíos que plantea el cambio climático en México, especialmente en los sectores de agricultura y turismo, que son vitales para la economía y el bienestar del país.
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