La devastadora oleada de incendios que ha afectado a la isla de Maui, Hawaii, en la última semana ha incrementado su cifra de muertes a 93 personas, de acuerdo con las estadísticas más recientes compartidas por las autoridades locales este domingo. Se teme que este número aumente significativamente debido a que hasta el momento, solo se ha logrado inspeccionar el 3% del área impactada.
El jefe del Departamento de Policía de Maui, John Pelletier, compartió en una conferencia de prensa que el proceso de búsqueda, recuperación e identificación de víctimas se encuentra todavía en sus etapas iniciales. Pelletier destacó la gran magnitud de la tragedia, especialmente en la zona occidental de la isla, donde localidades como Lahaina han sufrido daños casi totales. El número de desaparecidos, previamente estimado en 1,000 por Pelletier, no ha tenido actualizaciones recientes.
Equipos especializados, acompañados de perros de rescate, trabajan arduamente en la búsqueda de más víctimas. Sin embargo, el clima húmedo y caluroso de Maui está afectando la eficiencia de los caninos. Hasta el momento, solo dos de los cuerpos recuperados han sido identificados.
A pesar de los esfuerzos de los equipos de extinción, los incendios en Lahaina y Upcountry Maui siguen activos. Sin embargo, se informó que el incendio de Pulehu/Kīhei fue extinguido completamente el día anterior. Desde el comienzo de estos incendios el pasado martes, miles de personas han sido evacuadas y 1,418 se encuentran refugiadas en seis albergues temporales establecidos.
Josh Green, gobernador de Hawaii, visitó las áreas afectadas el pasado sábado y compartió su preocupación sobre el crecimiento de la cifra de víctimas. Estos incendios han sido catalogados como los más mortales del último siglo en Estados Unidos, superando los 85 decesos del Camp Fire en California en 2018. Green expresó: “Este es el desastre natural más grande que hemos experimentado”.
Los daños económicos estimados a causa de estos incendios superan los 6,000 millones de dólares. A medida que las investigaciones continúan, se descubrió que el sistema de alarmas de Hawaii, el más grande del mundo, no se activó cuando estallaron los incendios y Maui perdió la electricidad y las comunicaciones. La fiscal general de Hawaii, Anne López, ha anunciado una “investigación exhaustiva” sobre la respuesta de las autoridades ante esta catástrofe.
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