Redacción: Amairany Ramírez
El avance hacia un futuro sustentable depende en gran medida de la transformación de los procesos industriales, según el doctor José Alejandro Suástegui Macías, investigador de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC). De acuerdo con el especialista, la transición hacia fuentes de energía renovables no solo permitiría a las empresas reducir costos operativos, sino también mejorar la eficiencia energética en sus actividades.
Actualmente, en Baja California se estima que aproximadamente el 20% de la energía generada proviene de fuentes limpias. Sin embargo, con la aplicación de diversas políticas energéticas nacionales, este porcentaje podría duplicarse en los próximos años. La industria, que representa el 60% del consumo total de energía en la región, juega un papel determinante en esta transformación.
La Universidad Autónoma de Baja California ha asumido un rol activo en la difusión y promoción de energías renovables dentro del sector industrial. A través de diagnósticos especializados, la institución aplica metodologías de eficiencia energética y sistemas de monitoreo en diversas empresas. Estas iniciativas, llevadas a cabo en colaboración con la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), buscan la implementación de nuevas tecnologías que favorezcan tanto a la economía empresarial como al medio ambiente.
El doctor Suástegui Macías señaló que el sector industrial debe acelerar su adaptación a modelos energéticos más sustentables, ya que el gobierno federal ha fijado la meta de alcanzar un 45% de participación de energías limpias en la generación eléctrica nacional para el año 2030. Actualmente, el porcentaje de energías renovables en el país es del 22%, por lo que se requiere un esfuerzo significativo para duplicar su uso en menos de una década.
La apuesta por energías limpias no solo responde a una necesidad ambiental, sino también a una exigencia económica y social. Con estrategias como las implementadas en Baja California, es posible avanzar hacia un futuro energéticamente eficiente sin comprometer la rentabilidad de las empresas.