Medio ambiente

Inflar globos y soltarlos: una práctica festiva con graves consecuencias ambientales

Lo que para muchos es un gesto festivo e inocente —inflar y soltar globos en celebraciones— puede tener serias repercusiones tanto para la salud como para el medioambiente. Aunque parecen inofensivos, estos objetos decorativos son altamente contaminantes y peligrosos, especialmente cuando terminan en ecosistemas naturales. 

En 2024, el mercado global de globos alcanzó un valor de 1,850 millones de dólares, impulsado por su uso creciente en fiestas, bodas, graduaciones y eventos comerciales. Se espera que esta cifra se eleve hasta los 3,400 millones para 2033, según datos de Business Research Insights. Sin embargo, este crecimiento trae consigo un impacto ecológico que muchas veces pasa desapercibido. 

Uno de los principales riesgos está relacionado con la emisión de compuestos orgánicos volátiles (COV). Estos químicos, presentes en pinturas, refrigerantes y medicamentos, también se encuentran en los pigmentos e impresiones utilizadas en globos de látex. Sustancias como el benceno o el hexanal, detectadas en estudios recientes, están vinculadas a enfermedades como el cáncer o alteraciones hormonales. 

Además, los globos no desaparecen mágicamente tras ser liberados al cielo. Su descomposición es lenta y, cuando terminan en mares u océanos, se convierten en una amenaza directa para la fauna marina. Animales como peces, tortugas o aves pueden ingerirlos al confundirlos con alimento, sufriendo daños físicos o incluso la muerte. Los globos también se degradan en micro y nanoplásticos, con efectos aún más complejos y persistentes. 

La salud humana tampoco queda al margen. Los globos de látex natural (NRL), utilizados masivamente, contienen químicos como agentes vulcanizantes, aceleradores y antioxidantes que pueden generar reacciones alérgicas graves. El riesgo aumenta al inflarlos directamente con la boca, una práctica común entre niños y adultos. Desde urticaria hasta anafilaxia, los efectos han sido documentados desde la década de 1990. 

El activista ambiental Héctor Varela, miembro de Surfrider, denunció recientemente en redes sociales la contaminación generada por globos flotando en el mar. A través de un video, mostró cómo recogía restos de globos a la deriva, alertando sobre los peligros que estos residuos representan para los ecosistemas marinos. 

El uso de globos en celebraciones podría parecer trivial, pero su huella ecológica y sanitaria invita a la reflexión. En tiempos de crisis ambiental global, incluso las decisiones más pequeñas cuentan. La próxima vez que pienses en inflar un globo, tal vez valga la pena buscar alternativas más sostenibles para celebrar sin contaminar. 

junio 2025
DLMXJVS
1234567
891011121314
15161718192021
22232425262728
2930