Redacción: Carolina Herrera
Universidades de Singapur y Corea del Sur desarrollaron un producto que combina el cuidado de la piel con la conservación de la vida marina: el protector solar a base de polen de camelia.

Una alternativa perfecta para no dañar de los ecosistemas al disfrutar de las olas.
Los protectores convencionales usan componentes contra los rayos UV que pueden ser dañinos para el medio ambiente. Al disolverse, alteran la química de los océanos y contribuyen al blanqueamiento de corales, expulsando las algas que les otorgan nutrientes y ese color tan característico. Al transformarse en una colonia incolora, su vulnerabilidad aumenta y pone en riesgo su supervivencia.
En solución a esta problemática, un equipo de la Universidad Tecnológica de Nanyang (NTU) en Singapur, en colaboración con la Universidad Nacional de Seúl en Corea del Sur, crearon un microgel transparente con una barrera de protección del 97% contra la radiación ultravioleta, equivalente a un protector solar con SPF 30.
Por medio de una fuente natural no alergénica como el polen de camelia, que también es abundante y a un bajo costo, los científicos crearon un método exclusivo sin usar químicos fuertes ni altas temperaturas, logrando obtener esporopolenina, un biopolímero natural que se encuentra en la estructura externa de los granos, transformándolo en un microgel transparente del grosor de un cabello humano.
Pese a que continua cimentando sus bases, la investigación descubrió que la exposición de este protector por 60 días no provoca efectos negativos en los corales. De igual forma, el uso de materiales naturales, ofrece una disminución en la contaminación marina y en la huella de carbono que deja la producción de cosméticos. Esta nueva alternativa crea un puente entre la biotecnología verde, la acción climática y la economía circular, convirtiéndose en un producto innovador y sustentable.

¿Te gustó nuestra nota? ¡Contáctanos y deja tu comentario! AQUÍ
Conoce nuestra red ANCOP Network AQUÍ