Redacción: Litzury Gamboa
En la Ciudad de México, se ha registrado el fenómeno de inversión térmica, donde el aire caliente queda sobre el frío. Normalmente, la temperatura desciende con la altitud, pero en este caso, ocurre lo contrario. Esto altera la circulación del aire y dificulta la dispersión de contaminantes.
La inversión térmica actúa como un “tapón” que impide que los contaminantes suban. Esto provoca que queden atrapados cerca del suelo, aumentado la contaminación. Además, genera estabilidad atmosférica, lo que agrava los problemas de calidad del aire en zonas urbanas.
Este fenómeno ocurre cuando una masa de aire caliente se desplaza sobre una más fría. Suele formarse en noches despejadas y frías, cuando el suelo pierde calor rápidamente. Esto enfría el aire cercano a la superficie, mientras que el aire superior se mantiene más cálido.
En la Ciudad de México, la inversión térmica es más común en invierno, de noviembre a febrero. Las noche frías, sin viento y con baja humedad favorecen su aparición. Durante estos meses, la contaminación aumenta, ya que los contaminantes quedan atrapados en la superficie.