Redacción: Amairany Ramírez
En la era digital, consultar el estado del tiempo es cuestión de segundos gracias a teléfonos inteligentes y otros dispositivos, sin embargo, cuando la tecnología no está a nuestro alcance, la naturaleza sigue ofreciendo pistas valiosas sobre el clima. A lo largo de generaciones, diversas culturas han observado el comportamiento de plantas y animales para predecir el tiempo, y uno de los métodos más fascinantes involucra a un árbol emblemático: la jacaranda.
Las jacarandas, con su característico tono lila que cubre calles y parques, florecen tradicionalmente en marzo, justo antes del inicio de la primavera, sin embargo, en los últimos años, su floración ha comenzado en meses inusuales, como febrero o abril. Especialistas han relacionado este fenómeno con los efectos del cambio climático, ya que las alteraciones en la temperatura y las estaciones pueden influir en el ciclo de vida de estos árboles.
Cuando el frío o el calor se presentan en épocas atípicas, las jacarandas responden adelantando o retrasando su floración, lo que podría ser una señal de eventos climáticos inusuales. Esta alteración no solo afecta a los árboles, sino que también puede tener consecuencias en la polinización de las abejas y, en consecuencia, en la supervivencia de muchas especies vegetales y animales.
Uno de los mejores lugares en México para observar este fenómeno es Jiquilpan, Michoacán, conocido como la “Ciudad de las Jacarandas”. Durante la temporada de floración, las calles de este encantador municipio se visten de tonos lilas, ofreciendo un espectáculo visual impresionante. Para los habitantes de Jiquilpan, las jacarandas son más que un atractivo visual; representan un símbolo de identidad y también un recordatorio de la importancia de cuidar el medio ambiente. Observar su comportamiento año con año podría ayudar a entender mejor cómo el cambio climático está transformando nuestro entorno.
Aunque la ciencia aún investiga estos fenómenos, lo cierto es que la naturaleza sigue siendo un aliado en la predicción del clima y la comprensión del cambio climático. Las jacarandas, con su espectacular floración, podrían ser una advertencia natural de que el mundo está cambiando más rápido de lo que imaginamos.