Aunque la capacidad solar mundial seguirá aumentando, la AIE alerta sobre un crecimiento más lento que lo previsto, destacando un récord de 600 GW en 2025 y un papel clave de Europa, India y Medio Oriente.
Redacción: Hena M. Andrés Cuevas

La energía solar sigue siendo el pilar más importante en el desarrollo de las fuentes renovables a nivel global, pero la Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha ajustado sus expectativas para los próximos años, anticipando un crecimiento más lento entre 2025 y 2030. Aunque la capacidad instalada seguirá aumentando, los nuevos pronósticos indican que se añadirán aproximadamente 3,6 teravatios de energía solar durante este periodo, lo que representa un ligero descenso del 5% frente a las proyecciones anteriores.
Según el informe más reciente de la AIE, la energía solar continuará liderando el impulso hacia un sistema energético más limpio, representando cerca del 80% del incremento total en energías renovables. Para 2025 se espera un año récord, con cerca de 600 gigavatios de nueva capacidad solar, impulsados por proyectos de gran escala y un crecimiento notable en instalaciones distribuidas, como paneles en hogares y empresas. Este aumento refleja no solo la demanda por energía más limpia, sino también el avance tecnológico que ha reducido los costos de producción y facilitado la integración de paneles solares en diversos entornos.
Sin embargo, no todos los países mostrarán el mismo ritmo de expansión. En Estados Unidos, por ejemplo, se prevé que las restricciones en el uso de terrenos federales y la expiración de ciertos incentivos fiscales para instalaciones residenciales podrían reducir en hasta 140 gigavatios la capacidad proyectada para 2030. De manera similar, factores económicos y regulatorios en China podrían frenar temporalmente la instalación de nuevos sistemas solares, afectando la velocidad de crecimiento global. Estas limitaciones subrayan la importancia de mantener políticas estables y programas de apoyo que fomenten la inversión en energías limpias.
Al mismo tiempo, otras regiones presentan perspectivas más optimistas. En Europa, países como Alemania, España, Italia y Polonia han visto aumentadas sus previsiones de instalación solar, mientras que India ha ajustado al alza sus expectativas, con un crecimiento cercano al 10% para diversas tecnologías renovables. En el Medio Oriente y el norte de África, la capacidad proyectada se ha incrementado en alrededor del 23%, impulsada por grandes proyectos solares en países como Arabia Saudita, que buscan aprovechar su elevado potencial de radiación solar y diversificar sus fuentes energéticas.
Aunque se prevé cierta desaceleración, la energía solar sigue desempeñando un papel fundamental en la transición energética. Se estima que las fuentes renovables representarán aproximadamente el 43% de la generación eléctrica mundial hacia 2030, y que la energía solar superará a la hidroeléctrica como la principal fuente renovable. La AIE advierte que la integración efectiva de esta energía en las redes eléctricas es clave; sin inversiones en infraestructura, almacenamiento y generación flexible, los beneficios del crecimiento solar podrían no aprovecharse plenamente.
Además, el informe destaca que el desarrollo de tecnologías complementarias, como baterías de almacenamiento y sistemas inteligentes de gestión energética, será crucial para garantizar que la electricidad generada por paneles solares pueda utilizarse de manera continua y estable, especialmente en momentos de alta demanda. Esto refuerza la idea de que el verdadero desafío no solo es instalar paneles, sino coordinar políticas, incentivos y acciones que aseguren un uso eficiente y estratégico de la energía renovable. Con estas medidas, la energía solar podrá cumplir su potencial y seguir siendo un motor clave en la lucha contra el cambio climático y en la construcción de un sistema energético más sostenible a nivel mundial.

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