Redacción: Carolina Herrera
Las olas de calor que se han presentado alrededor de este 2025, repercuten directamente en los ecosistemas terrestres y acuáticos. El impacto se centra en sus ciclos de reproducción, alteración de su hábitat y hasta ha llegado a alterar la herencia de genes entre generaciones.
Investigaciones recientes en Australia revelaron una reversión sexual en los huevos del dragón barbudo central. Los cuales fueron modificados genéticamente, siendo que los individuos masculinos se empezaran a desarrollar como hembras funcionales. Este drástico cambio, ha sido ocasionado por la exposición al calor extremo.
Por otro lado, en Madagascar la capacidad de adaptación de los geckos terrestres de Guilbé, se encuentra en peligro. La transmisión de diversidad genética ha sido alterada por los eventos de recombinación genética que fragmentan el ADN y cambian la estructura de los cromosomas. Estos cambios están siendo repercusiones de las altas temperaturas.
Tales acontecimientos pueden ser los primeros de una inmensa lista que puede empezar a generarse, donde ecosistemas completos podrían experimentar modificaciones determinantes para su existencia. Alterando de una forma irreversible el ciclo de vida.
Estos hallazgos confirman que el calentamiento global no es solo un fenómeno meteorológico, sino una transformación capaz de comprometer la supervivencia de animales y plantas. Creando una cadena de efectos negativos para la madre naturaleza.














