Los mares del mundo han sido testigos de innumerables historias de aventuras marítimas a lo largo de la historia, desde batallas navales hasta el descubrimiento de nuevas tierras.
Pero hoy, una nueva hazaña está marcando un hito sin precedentes en la navegación.
El imponente LAURA Maersk, un gigante de 335 metros de largo y 43 metros de ancho, ha hecho su entrada triunfal como el primer buque propulsado por metanol verde.
Se trata de una victoria ecológica que deja huella en la industria del transporte marítimo.
La compañía AP Moller – Maersk se enorgullece de haber dado vida a esta embarcación revolucionaria.
En una ceremonia oficial en Copenhague, LAURA Maersk fue bautizado por Ursula von der Leyen, la presidenta de la Comisión Europea.
El nombre de la embarcación, LAURA, tiene una historia rica en la empresa Maersk, que se remonta a 1886.
En ese entonces el capitán Peter Maersk Moller nombró su primer barco de vapor en honor a la hija de su amigo.
Aquel LAURA fue pionero en la era de la segunda revolución industrial en el transporte marítimo, portando la icónica estrella blanca de siete puntas que aún hoy simboliza la empresa.
Este hito es parte del compromiso de la empresa de alcanzar emisiones netas cero para 2040, liderando así la transformación de toda la industria logística.
Para 2030, el 25 por ciento del volumen de contenedores de Maersk se transportará utilizando combustibles verdes.
Todos los buques de próxima generación de la flota cuentan con motores de combustible dual, lo que les permite funcionar tanto con metanol verde como con fueloil.
Se espera que en los próximos años 25 buques ecológicos entren en operación lo que reducirá las emisiones de gases de efecto invernadero en 2.3 millones de toneladas al año.
Estos buques representan un paso significativo hacia un transporte marítimo más sostenible.
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