Redacción: Guicel Garrido
Colombia ha comenzado a implementar una innovadora estrategia para mitigar el daño ambiental ocasionado por la minería ilegal de oro. Esta problemática se ha desarrollado gracias a los altos precios de este metal, que está por encima de los $2.800 dólares la onza, lo que ha llevado a diversos grupos a invadir minas y realizar la práctica de manera ilegal, destruyendo miles de hectáreas de tierra, ocasionando tala de árboles y contaminación.
Estos actos de sobreexplotación han llevado al país a implementar la fitorremediación, una iniciativa que aprovecha la capacidad de ciertas especies vegetales para neutralizar contaminantes presentes en el suelo y cuerpos de agua. Está técnica utiliza plantas como el vetiver y ciertas variedades de helechos que han demostrado gran eficacia en la absorción de metales pesados y otros contaminantes.
Esta práctica ha ayudado no solo a preservar los ecosistemas, sino también a generar empleos en viveros, plantaciones y mantenimiento de áreas restauradas, ayudando a la población, promoviendo la educación ambiental y participación comunitaria para la conservación de los ecosistemas.
De acuerdo con José Luis Marrugo, director del Instituto Regional de la Universidad de Córdoba, esta práctica ha logrado absorber más del 50% de mercurio del suelo y ha ayudado a restaurar las zonas con nueva vegetación: “a la vez que se recuperaba el paisaje también crecían otras plantas a la sombra de estos arbustos principales, haciendo regresar a los insectos”, comentó.