Iniciativa pública y Medio ambiente

La misteriosa muerte por hipotermia de pingüinos adaptados al frío 

Redacción Frida

A pesar de que muchos asocian a los pingüinos con frías regiones antárticas, miles de estas aves aparecieron muertas a causa de hipotermia en la costa uruguaya. ¿La razón? Según los expertos, su falta de grasa corporal les impidió resistir las bajas temperaturas. 

En julio, las playas uruguayas se convirtieron en escenario de una tragedia ambiental. Cientos de pingüinos de Magallanes juveniles fueron hallados sin vida. Aunque las estimaciones oficiales señalan que unos 2.000 ejemplares murieron, la ONG Rescate Fauna Marina sugiere una cifra mucho mayor: al menos 4.500. 

Estos pingüinos de Magallanes, que en su mayoría eran juveniles o menores de un año, no estaban adaptados a las zonas frías. Originarios de la Patagonia, estas aves migran hacia Brasil cuando inician las bajas temperaturas. Y si bien su anatomía les permite resistir el frío gracias a una capa de grasa y un plumaje especial, aquellos encontrados muertos estaban completamente desprovistos de grasa. 

El Dr. Marcelo Bertellotti, investigador principal de CONICET y experto en pingüinos, indicó que cualquier alteración en su plumaje o disminución de grasa corporal, a causa de una deficiente alimentación, hace que no puedan mantener su temperatura, imposibilitándolos a ingresar al mar para alimentarse. 

En su migración invernal, los pingüinos enfrentan numerosos desafíos, desde depredadores como orcas y tiburones hasta la exposición a contaminantes y derrames de petróleo. La situación se agrava con los efectos del cambio climático, que desplaza a sus presas y les obliga a viajes más extensos y riesgosos. 

Según Richard Tesore, fundador y director de la ONG Rescate Fauna Marina, la desnutrición de estos pingüinos se debe a la sobreexplotación pesquera y al cambio climático, que afecta las corrientes marinas y la migración de los peces. Sin embargo, el Ministerio de Ambiente uruguayo argumenta que en su etapa juvenil, los pingüinos no son buenos cazadores ni nadadores, lo que podría ser la causa de su desnutrición. 

Los esfuerzos actuales se centran en la recuperación de los ejemplares sobrevivientes. El uso de lámparas infrarrojas y cuidados constantes son vitales para devolverles la salud. Sin embargo, la liberación al mar, prevista para septiembre, preocupa a Tesore por los múltiples peligros que enfrentarán. 

Tesore, dedicado durante más de 30 años al rescate de fauna marina, enfatiza la importancia de educar a las futuras generaciones sobre la protección marina. Su esperanza se deposita en los jóvenes, quienes tendrán la capacidad de tomar decisiones cruciales en el futuro. 

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