Redacción: MaJo Gutiérrez
La ONU enfatiza que la refrigeración debe ser vista como una “infraestructura esencial”. Al adoptar soluciones pasivas y de bajo consumo, se podría reducir hasta el 64% de las emisiones proyectadas.
Ante la intensificación de las olas de calor global, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) ha emitido una alerta crítica: la demanda mundial de refrigeración se triplicará de aquí a 2050 si no se modifica la tendencia actual. Este aumento, impulsado por el crecimiento demográfico, el aumento de ingresos y el acceso a sistemas ineficientes, podría llevar las emisiones derivadas de la refrigeración a los 7200 millones de toneladas de gases de efecto invernadero para 2050, casi duplicando los niveles de 2022 y ejerciendo una fuerte presión sobre las redes eléctricas.
El informe Global Cooling Watch 2025, presentado en el marco de la COP30 en Belém, Brasil, propone una Ruta de Refrigeración Sostenible como solución. La adopción de soluciones de bajo consumo y tecnologías híbridas es crucial, ya que permitiría reducir las emisiones del sector en un 64% (hasta 2600 millones de toneladas). Si esta estrategia se combina con la descarbonización acelerada del sector eléctrico, las emisiones podrían disminuir hasta un notable 97% por debajo del escenario habitual.
La directora ejecutiva del PNUMA enfatizó que, a medida que las olas de calor se vuelven más extremas, el acceso a la refrigeración debe considerarse una “infraestructura esencial”, al igual que el agua o la energía. Además de ser vital para proteger a las comunidades vulnerables, el camino hacia la sostenibilidad es altamente rentable. El informe señala que casi dos tercios de las reducciones de emisiones se lograrían mediante soluciones pasivas y de bajo consumo, lo que generaría un impresionante ahorro de hasta 43 billones de dólares estadounidenses entre costos energéticos evitados e inversiones en infraestructura eléctrica.
Esta urgencia está impulsando acciones concretas, como la iniciativa Mutirão Contra o Calor Extremo en Brasil, que ya ha sumado a 185 ciudades y 83 socios. Aunque 72 naciones firmaron el Compromiso Global por la Refrigeración para reducir las emisiones del sector en un 68% para 2050, el PNUMA destaca que solo 54 países cuentan con políticas integrales que aborden eficiencia, refrigeración pasiva y transición a refrigerantes limpios. El llamado es a una gobernanza activa del calor extremo, priorizando soluciones basadas en la naturaleza para construir ciudades resilientes y mitigar la crisis climática.
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