Las energías renovables, como la solar, eólica, geotérmica e hidráulica, se han convertido en pilares fundamentales no solo para la sostenibilidad ambiental, sino también para el desarrollo económico y la creación de empleo. En México, estas fuentes de energía están generando un impacto significativo en el mercado laboral, al tiempo que contribuyen al cumplimiento de los compromisos internacionales en materia de cambio climático.
El sector de las energías renovables ha demostrado ser una fuente importante de empleos de calidad. A nivel mundial, se estima que este sector genera alrededor de 13 millones de empleos, y México no es la excepción. En el país, las inversiones en proyectos de energía eólica y solar han dado lugar a la creación de miles de empleos directos e indirectos. Por ejemplo, solo en el sector eólico, se han generado aproximadamente 10,000 empleos directos, con una inversión de más de 13 millones de dólares.
Estos empleos no solo se concentran en la instalación y mantenimiento de plantas y parques energéticos, sino que también abarcan áreas como la investigación y desarrollo, la manufactura y la administración. Empresas como Iberdrola México, Mitsui Power Americas, Saavi Energía, Naturgy, Ienova y Enel están desempeñando un papel crucial en este proceso, empleando a miles de personas en diversas regiones del país.
Además, los salarios en este sector son competitivos. Por ejemplo, un ingeniero en energías renovables en México puede ganar en promedio 120,000 pesos al año, lo que subraya la calidad de los empleos generados por este sector.
Contribución al crecimiento económico
El desarrollo de las energías renovables no solo genera empleo, sino que también impulsa el crecimiento económico. La inversión en infraestructura para la producción de energía limpia atrae capital tanto nacional como extranjero, lo que a su vez fomenta la reactivación económica en diversas regiones del país. Además, la producción de energía limpia contribuye a la seguridad energética, un factor clave para el desarrollo sostenible.
México se ha comprometido a generar el 35% de su energía a partir de fuentes limpias para 2024, en cumplimiento de la Ley de Transición Energética, la Ley General de Cambio Climático y el Acuerdo de París. Para alcanzar esta meta, es fundamental continuar promoviendo las energías renovables y atraer más inversiones al sector. Esto no solo ayudará a cumplir con los objetivos ambientales, sino que también fortalecerá la economía del país a largo plazo.
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