Redacción: Inés Arroyo
El calentamiento global está obligando a las tortugas marinas a modificar su ciclo de anidación. Un estudio realizado en la playa de Alagadi, en Chipre, encontró que las tortugas boba (“Caretta caretta”) y verde (“Chelonia mydas”) han comenzado a poner sus huevos más temprano cada año.
Los científicos analizaron datos desde 1993 y descubrieron que estas especies adelantan su anidación en un promedio de 0,78 días por año. Este ajuste es clave porque la temperatura del nido determina el sexo de las crías: temperaturas más altas generan más hembras, mientras que temperaturas más bajas favorecen la formación de machos.
Para estudiar el fenómeno, los investigadores colocaron termómetros en los nidos y calcularon que las tortugas deben adelantar su reproducción al menos medio día por año para mantener el equilibrio entre machos y hembras. Sin embargo, este cambio no es una evolución genética, sino una respuesta inmediata al aumento de temperaturas.
A pesar de esta adaptación, los expertos advierten que su éxito no está garantizado. Factores como la disponibilidad de alimento, la degradación de sus playas de anidación y el ritmo acelerado del cambio climático podrían afectar la supervivencia de estas especies.
Si las condiciones ambientales siguen cambiando a un ritmo más rápido de lo que las tortugas pueden ajustar su comportamiento, su futuro estará en peligro. Este estudio resalta la urgencia de proteger los ecosistemas marinos y frenar el impacto del calentamiento global.