Redacción: Amairany Ramírez
Long Island, Nueva York, no solo es hogar de playas espectaculares, viñedos reconocidos, pueblos costeros llenos de encanto e importantes distritos históricos. También es una región donde la vida de miles de familias depende directamente de la tierra y el mar. Desde trabajadores agrícolas hasta pescadores y empleados del turismo, el sustento de muchos está íntimamente ligado al entorno natural. Sin embargo, esa misma naturaleza está bajo amenaza.
El cambio climático ya no es una predicción futura: es una realidad que se siente con fuerza en Long Island. La erosión costera, impulsada por el aumento del nivel del mar y tormentas cada vez más intensas, pone en riesgo no solo el paisaje, sino también las vidas y medios de subsistencia de los habitantes de la isla. Frente a esta crisis, la comunidad local ha comenzado a levantar la voz, buscando respuestas que vayan más allá del discurso político.
Este 3 de mayo, la diócesis celebrará el Retiro “Lucha por la Tierra” y Festival de Primavera, una jornada pensada para reflexionar, aprender y actuar por el cuidado del medio ambiente. El evento tendrá lugar en la Escuela Memorial de Teología George Mercer, Jr., en Garden City, y combinará actividades espirituales con talleres, charlas y actividades comunitarias.
Durante la mañana, se impartirán sesiones informativas enfocadas en cómo reducir la huella de carbono en el hogar y en las parroquias. También se hablará sobre el uso de energías limpias como la solar, la preservación de espacios verdes, y la importancia de los jardines para polinizadores como abejas y mariposas.
Pero no todo será teoría. La tarde estará llena de actividades interactivas que buscan conectar a la comunidad con la Tierra de forma vivencial: desde una feria de salud y talleres de jardinería, hasta una procesión religiosa en honor al planeta y una presentación sobre construcción sustentable.
Este esfuerzo colectivo es también una respuesta a los retrocesos en políticas ambientales a nivel nacional. Si bien el evento surgió en parte como reacción a decisiones del expresidente Donald Trump quien desmanteló varias políticas climáticas en sus primeros días de gobierno el mensaje del retiro va más allá de la política.
“El planeta no tiene partido. El cuidado de la creación es responsabilidad de todos, desde las comunidades de fe hasta los ciudadanos comunes”, concluyó el obispo Provenzano.
