En enero de 2023, un selecto grupo de líderes, académicos, directores y directoras de empresas más influyentes del mundo se reúnen una vez más en la ciudad turística de Davos (Suiza) para el Foro Económico Mundial. Entre los temas sobre la mesa figura cómo desbloquear la financiación para ayudar a conservar y proteger los ecosistemas críticos, y evitar la inminente extinción de un millón de especies.
Las conversaciones se producen inmediatamente después de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad (COP15) en diciembre de 2022 en Montreal (Canadá) donde los países elaboraron un acuerdo histórico, el Marco mundial de la diversidad biológica, para proteger los espacios naturales y las muchas especies que los habitan, con especial atención a los derechos de las Comunidades Indígenas.
Estos objetivos requerirán grandes inversiones. La recaudación de fondos para la protección de la biodiversidad sigue siendo un punto de fricción a medida que se avanza en la implementación del marco de biodiversidad.
Actualmente, se destinan US$ 154.000 millones cada año hacia lo que se conoce como soluciones basadas en la naturaleza, que consisten en programas que aprovechan el poder de la naturaleza para hacer frente a los principales desafíos que enfrenta la sociedad: el cambio climático, los desastres naturales, la inseguridad alimentaria y la escasez de agua. Eso es menos de la mitad de los US$ 370.000 millones anuales necesarios para 2025, según el informe sobre el Estado de la Financiación para la Naturaleza publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) antes de la COP15.
El marco establecido en la COP15 solicita movilizar al menos US$ 200.000 millones por año de fuentes públicas y privadas para la financiación de medidas en favor de la biodiversidad. Asimismo, el documento busca incrementar las inversiones internacionales de los países desarrollados en favor de los países en desarrollo a por lo menos US$ 30.000 millones por año.
El marco reconoce la necesidad de reorientar cientos de miles de millones de dólares destinados a subsidios agrícolas, ya que a menudo estos subsidios fomentan la expansión agrícola en zonas de ecosistemas intactos.
Los gobiernos actualmente proporcionan alrededor del 83 % de la financiación basada en la naturaleza, lo suficientemente cerca como para apoyar la transición hacia la agricultura verde y la producción de productos básicos. Los expertos afirman que esta proporción evidencia que resulta entonces más urgente y necesario contar con mayor financiación por parte del sector privado.
¿Te gustó nuestra nota? ¡Contáctanos y deja tu comentario! AQUÍ
Conoce nuestra red ANCOP Network AQUÍ
Agregar comentario