Redacción: Carolina Herrera
Clasificada como la central eléctrica con mayor contaminación por CO2 en Tailandia, Mae Moh mantiene vigente sus operaciones a pesar de que, durante décadas los residentes de la provincia de Lampang, han vivido con repercusiones en su salud por sus funciones contaminantes.

Se tenía previsto que las unidades 8 y 11 de Mae Moh se desmantelaran a finales de 2025, sin embargo, éstas seguirán operando hasta al menos 2031. Mientras que se tienen planes de renovar las unidades 12 y 13 para seguir operando hasta dos años antes del cierre total de la planta en 2050.
Decisiones formadas a partir de la iniciativa de reducir la dependencia de Tailandia con las importaciones de combustibles y mantener los costos energéticos en una norma baja. No obstante, el país socava su propio compromiso con el clima en virtud del Acuerdo de París sobre sus reducciones de emisiones, mejor conocido como su Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC). Además, de sus promesas de abordar la crisis de aire en el país.
Estimando que 25.432 y 32.200 personas mueren en el año, siendo una cifra que alcanza los 8.1 millones a nivel mundial, estas decisiones marcan una gran dependencia a la quema de carbón; esté representado el 16.7% de la matriz energética de Tailandia en 2024, mientras que el 85% son combustibles fósiles y las energías solar y eólica se plasman en un 5% de los 199,5 teravatios-hora generados en 2024.
Con un total de 54 proyectos evaluados en 10 sectores y una producción anual de 14,81 millones de toneladas métricas de CO2 durante un período de 20 años según el Potencial de Calentamiento Global, Mae Moh; también es responsable crear una mezcla de dióxido de carbono (CO2), óxidos nitrosos como el dióxido de nitrógeno (NO2), dióxido de azufre (SO2), mercurio, plomo y otros metales pesados, que generan una severa contaminación en el aire y agua de la comunidad. UNICEF advirtió que gracias a la exposición y el aumento de la contaminación atmosférica en Tailandia; la salud de 13,6 millones de niños está en riesgo.
Según el sitio oficial de la Autoridad de Generación de Electricidad de Tailandia (EGAT) propietaria de Mae Moh, se han instalado en la planta dispositivos para reducir el polvo generado por la quema de carbón. Al mismo tiempo de la modernización de las unidades 8 a 13 y la unidad sustituta 1 para disminuir la contaminación por SO₂ en un 95.97%. Sin embargo, en los propios datos oficiales de EGAT se muestra la continua emisión de SO₂, óxidos de nitrógeno y PM₂, en la central de Mae Moh.
Ante las declaraciones oficiales de la EGAT de cerrar para 2025 tanto la central eléctrica de Mae Moh como la mina adyacente que la abastece de lignito, un carbón de baja calidad). Funciones locales junto con la sociedad del distrito tienen muchas dudas latentes sobre la veracidad de las promesas.
“No estoy seguro de seguir vivo en 2050, dudo que quien hizo ese anuncio en EGAT siga vivo, y solo las personas que estén vivas sabrán si EGAT cumple su promesa”, expresó Maliwan Nakwiroj, residente de la comunidad cercana a la planta.
Con firmeza, Nakwiroj mejor conocido en la localidad como Joom declaró que “la planta y la mina siguen funcionando hoy en día porque aportan muchos beneficios al gobierno, pero a día de hoy, hay alrededor de 45 aldeas – unas 40.000 personas- que viven con los problemas han creado”. Las autoridades locales exigen medidas eficaces para la seguridad de su salud y proteger lo que le depara a la economía local.
“El sustento de nuestra comunidad ha cambiado por completo. Antes, trabajabamos en la agricultura, pero EGAT bloqueó el acceso a gran parte del terreno”, manifestó la vicealcaldesa de la organización administrativa del subdistrito de Sop Pad en el distrito de Mae Moh, Sunisa Thiyu, compartiendo como la contaminación en el aire y agua creada por la planta ha obstruido el camino de una agricultura saludable y próspera, “el arroz no crece bien, las verduras que se cultivan aquí enferman a la gente”. Por otro lado, comenta que las fuentes de agua han sido totalmente absorbidas por el estanque de sedimentos de la central eléctrica. Y a pesar de ello, EGAT les informó que “la contaminación del agua y del aire no habían alcanzado niveles peligrosos”.
Aun así, la detención de la planta y la mina promete una disminución del 17% en el producto interno bruto provincial de Lampang, aproximadamente. Esto debido a su gran poder en la economía local, según lo declarado el año pasado por Ketsirin Paengsen, responsable del proyecto Mae Moh Smart City. En el cual se espera una planeación para desarrollar una economía sostenible en energías renovables tras su cierre en 2050.
Según investigadores, en 2024, las operaciones mineras de carbón de Mae Moh crearon 9,000 trabajos, equivalente al 47% de la población del distrito. Con este contexto, existen dos temores: que EGAT prolongue mucho más tiempo la vida de la central eléctrica y que, si es que cumplen con sus promesas, su ausencia no cobre factura en la población. A la vez de la incertidumbre de su responsabilidad ante el gran deterioro ambiental y enfermedades que ha provocado durante años.

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