Redacción: Ximena Zarahi Moreno Luna
Teporingos, antílopes y otras especies vulnerables murieron por traumatismos, choques e infecciones en Chapultepec, Aragón y Los Coyotes.
Durante la administración de Clara Brugada como jefa de Gobierno de la Ciudad de México, los zoológicos de Chapultepec, Aragón y Los Coyotes reportaron la muerte de más de 250 animales, muchos de ellos pertenecientes a especies clasificadas como en peligro de extinción. La Secretaría del Medio Ambiente (SEDEMA), encabezada por Julia Álvarez Icaza, informó que la mayor cantidad de decesos corresponde a ejemplares de la especie Romerolagus diazi, conocida como teporingo o conejo de los volcanes, uno de los mamíferos más amenazados del país.
Los registros oficiales señalan que los teporingos fallecieron por causas como traumatismos, choques e infecciones. La especie, según la UNAM, enfrenta un estado crítico desde hace más de cuatro décadas debido a la pérdida de su hábitat, la deforestación, el crecimiento urbano y su baja tasa reproductiva, factores que dificultan su recuperación natural.
Además de los teporingos, otros casos han generado especial preocupación. El 18 de julio, un antílope nyala (Tragelaphus angasii) de dos años y tres meses murió a causa de un traumatismo. Un día después, un ejemplar de la misma especie, de apenas un mes de vida, falleció también por traumatismo, lo que despertó dudas sobre las condiciones de manejo, entorno o supervisión dentro del zoológico correspondiente.
Informes internos identifican patrones que sugieren “seguidillas” de muertes con características similares, lo que podría indicar fallas en procesos de manejo, infraestructura, vigilancia veterinaria o registro de incidentes.
En el mismo periodo, murieron ejemplares de diversas especies que habitan los tres zoológicos capitalinos, entre ellos:
- murciélagos magueyeros
- pavos reales
- tortugas
- serpientes
- patos
- lobos
- pericos
- ajolotes
- pingüinos
- jaguares
- venados
- osos
La situación ha generado cuestionamientos sobre las condiciones en que operan los zoológicos de la CDMX y sobre las políticas de bienestar animal durante esta administración. Especialistas han señalado que los zoológicos desempeñan un papel clave en la conservación, especialmente de especies endémicas como el teporingo, por lo que las muertes deben ser investigadas para identificar posibles negligencias, fallas estructurales o deficiencias en protocolos.
Aunque SEDEMA ha indicado que las muertes corresponden a causas naturales, enfermedades, accidentes o comportamientos propios de cada especie, los registros muestran múltiples eventos repetidos y traumáticos. La falta de información pública detallada y de reportes completos ha generado preocupación en organizaciones de bienestar animal, ciudadanos y expertos en conservación.
El tema se mantiene en observación mientras la Secretaría del Medio Ambiente continúa evaluando las condiciones de los zoológicos y los procesos de protección de fauna bajo su resguardo.
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