México enfrenta los extremos del clima: huracanes, sequías y calor extremo
Redacción: Amairany Ramírez
En el último año, México ha experimentado los efectos de un clima cada vez más impredecible y extremo, desde devastadores huracanes hasta sequías persistentes y olas de calor letales, el país ha enfrentado una crisis climática que ha puesto a prueba a sus comunidades y recursos naturales.
Guerrero: doble golpe de los huracanes Otis y John
La costa de Guerrero vivió una de las peores temporadas ciclónicas de su historia reciente, apenas recuperándose de los estragos del huracán Otis, el huracán John dejó a su paso inundaciones históricas que afectaron tanto al puerto de Acapulco como a la Costa Grande.
Colonias enteras y poblaciones rurales quedaron bajo el agua, con caminos destruidos y ríos desbordados que alcanzaron incluso la capital del estado, Chilpancingo. Según cifras oficiales, al menos 24 personas perdieron la vida, y miles de familias enfrentaron la pérdida total de sus hogares y pertenencias.
Sonora: una sequía que no cede
Mientras Guerrero lidia con exceso de agua, Sonora sigue atrapada en una sequía extrema que no logró revertirse pese a las lluvias de temporada. La Presa Abelardo L. Rodríguez, una de las principales fuentes de agua en la región, continúa con niveles críticos, registrando un 0% de capacidad. La falta de agua sigue afectando la agricultura, la ganadería y el consumo humano, mientras las autoridades locales buscan soluciones ante una crisis que parece no tener fin.
Olas de calor extremo: vidas y fauna en peligro
El calor extremo también dejó su huella en varias regiones del país. Baja California, específicamente Mexicali, registró una de las temperaturas más altas del año con 50.6 grados el 18 de junio. Este fenómeno provocó la muerte de al menos dos jornaleros en el Valle de Mexicali debido a insolaciones.
En Tabasco y San Luis Potosí, los efectos del calor y la falta de agua también fueron devastadores para la fauna. Decenas de monos saraguato y loros murieron durante los meses más calurosos, poniendo en evidencia el impacto del cambio climático en los ecosistemas del país.
La tormenta tropical Alberto: alivio y destrucción en el noreste
En contraste, el noreste del país recibió con resignación y esperanza la tormenta tropical Alberto, que trajo lluvias intensas a estados como Nuevo León y Tamaulipas. Las precipitaciones pusieron fin a años de sequía severa, llenando ríos y aumentando el nivel de las presas. Sin embargo, las lluvias también causaron inundaciones significativas en Monterrey, dejando cuatro personas fallecidas y daños en la infraestructura urbana. A pesar de las pérdidas, la población valoró el beneficio que estas lluvias trajeron para la agricultura, la ganadería y el abastecimiento de agua potable.
Un llamado a la acción
Estos fenómenos climáticos extremos subrayan la urgencia de implementar medidas de adaptación y mitigación frente al cambio climático. Desde fortalecer la infraestructura hidráulica hasta proteger los ecosistemas vulnerables, México debe prepararse para enfrentar un futuro donde los eventos extremos serán cada vez más frecuentes.
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