Redacción: Carolina Herrera
En la Conferencia Nacional sobre Ambientalismo, autoridades, comunidades y organizaciones discutieron los retos legislativos y las prioridades ambientales de México, desde la justicia climática hasta la participación comunitaria.
En torno al compromiso de acercar la agenda ambiental de México a las necesidades reales de la ciudadanía y pueblos originarios, se tuvo lugar la Conferencia Nacional sobre Ambientalismo de México en el Palacio Legislativo de San Lázaro. Se conto con la participación de SEMARNAT, CONANP y CONAFOR, así como distintas voces de asociaciones nacionales y organismos legislativos.
Durante la ceremonia de apertura, se tuvo la participación de Alicia Bárcena representante de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, en donde recordó las metas institucionales en México. Por mencionar algunas se encuentra el saneamiento de los ríos Lerma-Santiago, Atoyac y Tula, además de continuar con los proyectos de reforestación y protección de áreas naturales, junto con la transición hacia una economía circular la cual se extenderá en la Ley General de Economía Circular que fue aprobada en la misma mañana del 9 de diciembre en la Cámara de Diputados.
A la par de diferentes objetivos presentados, se reafirmó el reto más importante para un renovado ambientalismo mexicano. El cual se centra en responder a la crisis climática, a la pérdida de biodiversidad y a las desigualdades. En ese sentido, se mencionó la promoción de un modelo de desarrollo más justo y más sustentable que integre la ecología con la prosperidad compartida, la participación comunitaria y el respeto a la naturaleza. Reconociendo que la justicia ambiental se encuentra estrechamente conectada con la justicia social.
Posteriormente, en el primer panel llamado “Historias desde la base” se tuvo la participación de Gustavo Sánchez, Presidente del Comité Ejecutivo de la Red MOCAF, Aureliano Aldama de la Confederación Nacional de Cooperativas Pesqueras (CONACOOP), Sixto Pinacho del Corazón del Valle, Chiapas, y a Pablo Chankin de Tres Lagunas de la Selva Lacandona.
Los cuales recordaron la importancia de “reforestar” la confianza de las comunidades, aquellas que son los principales productores de la pesca, de ejidos, en la recolección de resina o en la gestión del ecoturismo, el cual conserva y protege la naturaleza mientras es visitada. Con ello, evidenciaron la necesidad de considerar si es mejor cambiar leyes o enfocarse en que estas sean cumplidas.
Durante este panel, las voces de las comunidades fueron escuchadas por diputados los cuales reafirmaron que el centro del nuevo enfoque ambientalista de México se basa en entender la perspectiva de las comunidades, asociaciones civiles como aliados al cuidado del medio ambiente.
Para finalizar, se realizó el panel con nombre “Retos de la Legislación Ambiental en México” se tuvo la presencia de distintos representantes de la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales como el Diputado Joaquín Zebadúa Alva, el Diputado Jesus Martin Cuanalo Araujo y la Diputada Xochitl Nashielly Zagal Ramirez. Junto con la participación destacable de la Ingeniera Silvia Murillo Cardoza, Coordinadora General de Producción y Productividad de la Comisión Nacional Forestal.
Mismos que destacaron la importancia de entender que el desarrollo económico y la conservación ambiental se encuentran en la misma dirección, promoviendo un cambio de discurso para darle el valor económico necesario a las actividades ambientales. En ese mismo sentido, destacaron la importancia del diálogo abierto entre los poderes legislativo y ejecutivo para mejorar la legislación ambiental.
Por otra parte, enfatizaron la necesidad de la organización social para promover la educación ambiental en todos los niveles de educación para fomentar el activismo y la participación ciudadana. Además, de recordar lo crucial que son las iniciativas y políticas públicas en las comunidades que habitan en las zonas naturales, ya que son los “verdaderos dueños de los territorios”.
De esta forma, la Conferencia Nacional sobre Ambientalismo de México dejó en claro que el camino hacia una agenda ambiental más sólida requiere escuchar las voces que históricamente han quedado fuera, especialmente las comunidades que viven y protegen los territorios. Al final, el mensaje central fue directo: atender las necesidades del presente es indispensable para construir un futuro sostenible.
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