A pesar de ser uno de los países más afectados de América Latina por desastres naturales relacionados con el cambio climático, México no parece dar prioridad en su agenda a la protección del medio ambiente. El país enfrenta una situación alarmante en la que, a pesar de la urgente necesidad de destinar recursos para combatir el cambio climático y proteger su entorno natural, el gobierno planea recortar el presupuesto del sector ambiental en un 11,4% para el año 2024.
México ha sido históricamente vulnerable a desastres naturales asociados con el cambio climático, y esta vulnerabilidad ya ha causado estragos en diversas regiones del país. En las últimas décadas, alrededor de 12,3 millones de personas han sido afectadas por estos fenómenos climáticos. Sin embargo, a pesar de la emergencia climática que exige inversiones cada vez mayores, el gobierno ha decidido recortar recursos en lugar de aumentarlos.
Según Carlos Asunzolo Morales, gerente de investigación y política pública en el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda), esta asignación de recursos no está a la altura de la emergencia climática que requiere cada vez más inversión para enfrentarla.
Un informe publicado en junio de 2023 por la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) y la Oficina de Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres reveló que México es el segundo país de América Latina y el Caribe con mayores daños causados por tormentas naturales, con alrededor de 6.2 millones de personas afectadas entre 2000 y 2022. Además, México ocupa el quinto lugar en riesgo de exposición física a ciclones tropicales y el quinto en población afectada por sequías, con 2.5 millones de personas afectadas. .
La falta de una política preventiva y de un fondo de recursos para hacer frente a los desastres ambientales relacionados con el cambio climático es una de las principales razones detrás de estos impactos devastadores, según Asunzolo Morales.
A pesar de ser uno de los principales emisores de gases de efecto invernadero, México no ha colocado la protección del medio ambiente como una prioridad en su agenda política y económica. Esta falta de atención a problemas ambientales aumenta la posibilidad de daños aún mayores por desastres naturales, afectando especialmente a las personas más vulnerables.
La jefa de la Oficina Regional de OCHA para América Latina y el Caribe, Shelley Cheatham, advirtió que eventos climáticos extremos ocurren en lugares donde la pobreza, la desigualdad, la inseguridad alimentaria, el desplazamiento y la violencia son parte de la vida cotidiana de millones. de personas en América Latina y el Caribe.
El presupuesto para el medio ambiente en 2024 contempla un recorte significativo del 11.4% para la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), responsable de la protección del medio ambiente, la conservación de la biodiversidad y la gestión de los recursos hídricos, así como la lucha contra el cambio climático. Esto a pesar de que se necesitarían 1,7 billones de pesos al año para afrontar el cambio climático.
El presupuesto para el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático, encargado de generar investigaciones en materia de ecología y cambio climático, también sufrirá recortes. Además, los recursos etiquetados para combatir el cambio climático se destinan a proyectos que no están relacionados con el medio ambiente, como la construcción del Tren Maya, que ha generado impactos ambientales significativos.
La situación actual plantea desafíos significativos para México en su lucha contra los efectos del cambio climático y la protección de su medio ambiente, y plantea interrogantes sobre la dirección de las políticas gubernamentales en estos temas críticos para el futuro del país.
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