Actualidad

Mortalidad por contaminación atmosférica 

Redactor Fernando Galindo

La contaminación atmosférica es la principal causa medioambiental de muerte. Ahora, un estudio liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por Fundación “La Caixa”, ha estimado cuáles son las fuentes que más contribuyen a la mortalidad asociada a dos contaminantes del aire —PM2,5 y NO2— en 857 ciudades europeas. 

Los resultados de esta investigación, que se han dado a conocer en la revista The Lancet Public Health, muestran una gran variabilidad entre las diferentes ciudades estudiadas, sugiriendo que, dado que cada una tiene sus particularidades y sus propias fuentes de contaminación del aire, las estrategias para mejorar la calidad del aire deberían ser adaptadas a cada contexto local. 

Si se agrupan los datos de las 857 ciudades, las cifras muestran que la fuente que más contribuye a la mortalidad asociada a partículas PM2,5 son las emisiones generadas por las viviendas, con una contribución media de todas las ciudades del 22,7%. 

En segundo lugar, figura el sector agropecuario, al que se atribuye, de media, un 18% de la mortalidad por PM2,5, seguido de la industria (13,8%), el transporte (13,5%), el sector energético (10%), las fuentes naturales (8,8%) y el transporte marítimo (5,5%). 

“Si observamos el conjunto de NO2 y PM2,5, el tráfico sigue siendo el sector con un mayor peso tanto en la mala calidad del aire como en la mortalidad asociada a esta. No obstante, si atendemos exclusivamente a la mortalidad asociada a partículas PM2,5, observamos una aportación significativa por parte del sector residencial y del sector agrario”, observa Sasha Khomenko, investigadora de ISGlobal y primera autora del estudio. 

“Aunque en nuestro estudio no hemos desglosado las fuentes específicas de las emisiones de cada sector, sí que sabemos gracias a la literatura científica que la mayor parte de las partículas generadas en el ámbito doméstico se deben fundamentalmente a la quema de biomasa y carbón para calefacción y, en menor medida, a sistemas basados en combustibles fósiles para generar calor y agua caliente y a las cocinas de gas”, explica Khomenko. 

“Nos consta que el incremento en los precios de los combustibles fósiles y las políticas de mitigación del cambio climático han llevado a un aumento del uso de biocombustible. Sin embargo, el hecho de que se trate de productos de origen natural no significa que no sean nocivos para la salud”, añade. 

“En lo que respecta a la agricultura, es sabido que la ganadería intensiva es una importante fuente de partículas que se generan sobre todo a partir del amoníaco presente en los purines de los animales y también a través del uso de determinados fertilizantes. Se trata de una fuente de contaminación que se dispersa desde su lugar de origen y se desplaza hacia las ciudades que se encuentran en la proximidad”, aclara la investigadora. 

En cuanto a la mortalidad por NO2, existe un contribuyente muy destacado, que es el sector del transporte, con una contribución media entre todas las ciudades del 48,5%. 

Otros sectores con una contribución considerable son la industria, con una media del 15%, el sector energético, con un 14,7%, las viviendas (10,3%) y el transporte marítimo (9,7%). 

El NO2 es un gas que se genera en los procesos de combustión, principalmente de los vehículos motorizados, pero también en instalaciones industriales o de generación de energía. 

“Se precisan medidas más valientes para reducir drásticamente la contaminación y las muertes asociadas al tráfico, que sigue siendo la principal fuente de emisión. Y, al mismo tiempo, implementar políticas para mitigar las otras fuentes de emisión tanto de NO2 como de PM2,5, como, por ejemplo: regular las emisiones de las industrias y del transporte marítimo y limitar la quema de biomasa en el ámbito doméstico y las emisiones en el ámbito agroganadero”, sostiene Mark Nieuwenhuijsen, director de la Iniciativa de Planificación Urbana, Medio Ambiente y Salud de ISGlobal. 

El NO2 es un gas que se genera en los procesos de combustión, principalmente de los vehículos motorizados 

«Para reducir la contaminación atmosférica necesitamos medidas y soluciones multisectoriales y holísticas, por ejemplo, con grupos de trabajo que abarquen todos los ámbitos (urbanismo, transporte, vivienda, medio ambiente, sanidad, educación, sector agropecuario, empresas, etc.) a escala municipal, nacional y europea», añade Nieuwenhuijsen. 

¿Te gustó nuestra nota? ¡Contáctanos y deja tu comentario! AQUÍ

Conoce nuestra red ANCOP Network AQUÍ