Redacción MaJo Gutiérrez
Una nueva especie que se está dando en España y suele ser una amenaza silenciosa para los principales arrozales de este país en los últimos años, se trata de los caracoles manzana del género Pomacea, unos moluscos gasterópodos invasores originarios de Sudamérica que justamente fueron prohibidos en 2011 en este país. Estos dejan huevecillos que suelen ser rosados y con una apariencia que recuerda algún tipo de dulce, pero realmente tienden a tener peligro y que si los llegas a ver dentro de algún jardín en inmediato debes de sacarlos de ahí.
Estos contienen larvas que a la larga son destructores de algunos cultivos convirtiéndose en una especie invasora. Esta variedad de caracol es originaria de Sudamérica, y puede llegar a Europa a través de mercancías o mediante la importación ilegal, es acuática, pero con capacidad para respirar fuera del agua, precisamente donde puede colocar estos huevos rosados que tardan unos 40 días en eclosionar, ya que este tipo de caracoles genera de 300 a 800 huevos de color rosa. Suelen madurar sin ningún problema al no tener un depredador natural, es una plaga muy peligrosa por su voracidad y resistencia a las condiciones adversas que provoca importantes pérdidas y daños en los arrozales, asi como también traen enfermedades como el gusano pulmonar de la rata, infestan áreas agrícolas y eso puede transmitir estas enfermedades a los vegetales que comes lo que podría poner en riesgo tu vida.
En España fue detectado por primera vez en el año 2009 en el Delta del Ebro, provincia de Tarragona, aunque su hábitat más común son los humedales conviene estar alerta si se llegan a ver también en fincas ya que se puede dispersar de sus focos originales, debido al uso de maquinaria agrícola, el contacto con embarcaciones u otro material. Según el ministerio de agricultura, la biología y etología de este caracol hacen que sea una especie peligrosa y que pone en riesgo al medio ambiente por el hábitat donde suelen aparecer, ya sean plantas acuáticas emergentes, árboles o pilares de hormigón.
En el impacto del cultivo de arroz suelen llegar a devorar entre el 60 y el 90% de las plántulas, en las primeras etapas del cultivo se alimentan tanto del grano sembrado como de las plantas jóvenes comprometiendo seriamente el desarrollo de las cosechas, su presencia también altera el equilibrio de los ecosistemas acuáticos pues alcanza altas densidades poblacionales que compiten con otras especies autóctonas, y pueden llegar a desplazarlas.
Como medidas de control y erradicación ante esta amenaza las autoridades han puesto en marcha diversos planes de acción para frenar su expansión algunas de estas incluyen:
- tratamientos con agua de mar y saponinas
- desecación invernal de los campos
- limpieza exhaustiva de canales y acequias
- retirada manual de las llamativas puestas de huevos rosados
- instalación de trampas y barreras para dificultar su avance. Sin embargo, la erradicación total sigue siendo un reto complejo que requerirá de una acción coordinada y sostenida en el tiempo.
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