El 2023 se marca por un hito desalentador en la lucha contra el cambio climático, con las emisiones globales de CO2 alcanzando nuevos récords, exacerbando la urgencia de acciones climáticas efectivas.
Un año de récords preocupantes
Las emisiones globales de CO2 están previstas a establecer un nuevo récord en 2023, llegando a las 40,900 millones de toneladas. Este aumento se debe principalmente a las emisiones procedentes de combustibles fósiles y los cambios en el uso de la tierra, con un incremento del 1.1% respecto a 2022, situando las emisiones de CO2 de origen fósil en 36,800 millones de toneladas.
Esfuerzos insuficientes
La Agencia Internacional de Energía (AIE) ha señalado los esfuerzos insuficientes en el desarrollo de energías renovables como una causa clave detrás del aumento de las emisiones, con solo el 2% de los fondos de recuperación económica pospandemia destinados a energías limpias. A pesar de los 16 billones de dólares anunciados para enfrentar la crisis del COVID-19, solo una fracción ha sido invertida en impulsar las energías verdes.
Implicaciones de acción
El informe Global Carbon Budget 2023, con la participación de más de 120 científicos de prestigiosas instituciones, subraya la distancia creciente entre las actuales trayectorias de emisión y los objetivos climáticos globales. Se estima que, de continuar al ritmo actual, existe un 50% de probabilidades de que el calentamiento global supere el umbral de 1.5°C en aproximadamente siete años.
Diferencias entre regiones
Las emisiones de CO2 en 2023 se prevé que aumenten en la India y China, mientras que en la Unión Europea, así como Estados Unidos, se esperan descensos. No obstante, el incremento en las emisiones procedentes del carbón, petróleo y gas a nivel mundial pone de manifiesto la necesidad de una acción climática global más decidida.
Una mirada al Futuro
La situación subraya la importancia de acelerar la transición hacia economías descarbonizadas y reforzar las políticas climáticas para evitar los peores impactos del cambio climático. La COP28 se presenta como un foro crucial para acordar recortes rápidos de emisiones fósiles y avanzar hacia los objetivos del Acuerdo de París.
Este nuevo récord de emisiones de CO2 en 2023 es un recordatorio de la urgencia, al igual que la necesidad de acciones climáticas globales más ambiciosas y efectivas.
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