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Oasis Ecológicos de Sostenibilidad y Bienestar 

Redactor: Joel Charles**

En un mundo cada vez más tecnológico y alejado de la naturaleza, las biopiscinas emergen como una tendencia que combina la biofilia con la relajación y la sostenibilidad. Estas piscinas naturales, que se camuflan en entornos de lagos y estanques, ofrecen una experiencia única de baño en armonía con el ecosistema circundante, sin necesidad de cloro ni productos químicos. En esta nota, exploraremos en detalle qué son las biopiscinas, su crecimiento como una opción sostenible y los beneficios que ofrecen a quienes buscan una conexión más profunda con la naturaleza. 

La biofilia, el impulso innato que nos lleva a buscar la conexión con la naturaleza, se ha vuelto más importante que nunca, especialmente tras la experiencia del confinamiento durante la pandemia. En medio de un mundo cada vez más tecnológico, la necesidad de interactuar sensorialmente con la naturaleza se ha convertido en un hábito terapéutico ampliamente reconocido. Desde simples paseos por el parque hasta experiencias más sofisticadas, como las biopiscinas, la búsqueda de esta conexión se ha convertido en un refugio para muchos. 

En pleno verano, en medio de olas de calor, la tendencia del «menos es más» toma forma en las biopiscinas, que se mimetizan en lagos o estanques. En España, abundan las piscinas naturales en los cursos de algunos ríos, mientras que países como Alemania son pioneros en esta práctica. Incluso las piscinas convencionales se están transformando en espacios para la biodiversidad y el esparcimiento, donde dinámicos ecosistemas acuáticos se desarrollan en torno al agua pura. 

En los últimos años, el boom del paisajismo ha llevado a la construcción de impresionantes biopiscinas en hoteles y alojamientos de todo el mundo. Lugares como el agroturismo Mas Ardèvol en Cataluña, La Jument Verte en Francia, Naturhotel Edelweiss Wagrain en Austria y el hotel rural Scarlet en Inglaterra ofrecen a sus huéspedes la experiencia única de bañarse en biopiscinas. Los paisajistas destacan que la sensación de nadar en una piscina natural es única debido a la paleta de verdes profundos, la vegetación que rodea el área y el sonido de la vida natural circundante. 

La esencia de las biopiscinas reside en su equilibrio ecológico. Estas piscinas constan de un vaso de baño junto a una zona de regeneración esencial para mantener el agua purificada sin necesidad de productos químicos. El agua fluye entre el área de baño y la de regeneración, donde se desarrollan bacterias beneficiosas que purifican el agua de forma natural. 

El área de regeneración incluye un área de filtrado físico y plantas que funcionan como filtro biológico. Diferentes especies de plantas, como lirios, juncos y espadañas, purifican el agua al absorber nitratos y proporcionar oxígeno. La elección de especies adecuadas depende de la ubicación geográfica y la calidad del agua, evitando especies invasoras. 

Las biopiscinas son elementos vivos que cambian con las estaciones. En verano, las plantas emergen creando una sensación de inmersión en la naturaleza. En otoño e invierno, las acuáticas adquieren tonalidades decadentes, y la luz crea un ambiente dramático. En primavera, los nuevos brotes rompen la superficie del agua con tonos verdes frescos, y el entorno se llena de sonidos de aves y actividad de polinizadores. 

Aunque requieren una inversión inicial mayor, las biopiscinas exigen menos mantenimiento a largo plazo que las piscinas convencionales. Al no necesitar productos químicos ni depuradoras, contribuyen a la sostenibilidad y al ahorro energético. Además, el agua de una biopiscina es suave con la piel y proporciona una experiencia de baño única. 

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