Redacción: Inés Arroyo
En el contexto de la transición energética global, surge una innovación que podría transformar el panorama de las energías renovables. Se trata de Ocean Battery, un sistema de almacenamiento de energía por bombeo desarrollado por la startup holandesa Ocean Grazer. Este invento promete resolver uno de los mayores retos de las energías renovables: su intermitencia.
Las energías solar y eólica dependen de factores naturales como el sol y el viento, lo que provoca que su producción sea irregular. Cuando no hay suficiente sol o viento, la generación de energía se reduce drásticamente. Por eso, los sistemas de almacenamiento se han convertido en una herramienta esencial para garantizar un suministro constante. Estos sistemas permiten almacenar el exceso de energía en momentos de baja demanda y liberarla cuando la demanda es alta.
Ocean Battery ofrece una solución innovadora. En lugar de almacenar energía en tierra, el sistema utiliza el lecho marino. La idea es llenar grandes vejigas flexibles con agua de mar durante los picos de producción de energía. Esta agua se bombea hacia un depósito de hormigón en el fondo del océano. Cuando se necesita energía, la presión del mar empuja el agua hacia arriba, activando un sistema de turbinas que genera electricidad.
El sistema no solo es útil para la energía eólica marina, sino también para otras fuentes renovables en alta mar, como las granjas solares flotantes o las energías mareomotriz y undimotriz. Esta versatilidad hace que Ocean Battery tenga un gran potencial para mejorar la estabilidad y continuidad del suministro de energía renovable.
Ocean Grazer planea implementar la primera instalación de Ocean Battery en alta mar este año. Este avance ha generado grandes expectativas en el sector energético, ya que se considera una solución clave para asegurar la estabilidad del sistema eléctrico en un mundo que apuesta por las energías limpias.
A pesar de su potencial, Ocean Battery aún genera escepticismo debido a lo novedoso de su diseño. Sin embargo, su desarrollo continúa avanzando, y muchos están atentos a los resultados. Si este sistema cumple con lo prometido, podría convertirse en un hito para las energías renovables y marcar un paso crucial hacia un futuro energético más sostenible.