Redacción: MaJo Gutiérrez
Después de una temporada de lluvias históricas, los centros meteorológicos confirman el regreso oficial de La Niña. Esta “fase fría” del Pacífico, que se proyecta débil a moderada, establecerá un bloqueo atmosférico que traerá cielos despejados, menos lluvias y un patrón de fuertes contrastes para el invierno 2025-2026.
Tras una temporada de lluvias intensas que generó severas inundaciones en estados como Puebla, Veracruz e Hidalgo, el clima en México se prepara para un giro drástico. Los principales centros meteorológicos mundiales, incluido el Centro de Predicción Climática (CPC) de la NOAA, han confirmado la instauración oficial del fenómeno La Niña en el Pacífico Ecuatorial. Este evento, conocido como la “fase fría” del ciclo ENOS, se caracteriza por la intensificación de los vientos alisios y el afloramiento de agua fría anormalmente grande en el Pacífico, un cambio masivo que modula la circulación atmosférica global y, consecuentemente, los patrones climáticos invernales en México.
Históricamente, La Niña ejerce un “bloqueo” atmosférico sobre el país. El enfriamiento del Pacífico favorece el desarrollo de sistemas de alta presión (anticiclones) sobre el norte y centro de México. Este domo de aire descendente (subsidencia) provoca un calentamiento y secamiento de la atmósfera que inhibe la formación de nubes y reduce drásticamente la actividad de tormentas a gran escala. En un escenario clásico, este mecanismo de estabilidad se traduce en cielos despejados y menor precipitación, poniendo fin a la temporada de fuertes lluvias que caracterizó los meses previos.
Sin embargo, el pronóstico para el invierno 2025-2026 sugiere un panorama de fuertes contrastes debido a que esta Niña se proyecta de intensidad débil a moderada, introduciendo un factor de incertidumbre y dinamismo. En lugar de un bloqueo anticiclónico total y permanente, la alteración en la trayectoria de la Corriente en Chorro podría facilitar la llegada de masas de aire ártico más potentes y frecuentes desde el polo. Este choque de aire polar con la humedad disponible del Golfo de México es el mecanismo clave para generar los “Nortes” intensos, fuertes heladas en el altiplano y potencial de nevadas en las zonas montañosas.
El invierno mexicano se presenta con un patrón meteorológico dual. Los ciudadanos pueden esperar períodos de tiempo estable y seco, característicos del efecto clásico de La Niña, que se verán interrumpidos bruscamente por la irrupción de frentes fríos agresivos. Los expertos meteorológicos están vigilando de cerca la variabilidad del fenómeno para ofrecer predicciones detalladas, pero el mensaje es claro: la disminución de lluvias ya está en marcha, y la población debe prepararse para una temporada de frío que, aunque menos uniforme, tendrá episodios de notable intensidad.
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