Cuidar el planeta es tarea de todos y los pequeños cambios tienen el poder de
marcar grandes diferencias. De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas
para el Medio Ambiente (PNUMA), cerca de dos tercios de las emisiones de gases
de efecto invernadero (GEI) mundiales están vinculadas a actividades domésticas.
Tal es el impacto de estas acciones cotidianas que el Grupo Intergubernamental
de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) concluye
que los cambios en el estilo de vida podrían contribuir a reducir las emisiones
debidas al calentamiento del planeta hasta en un 70% para 2050.
A continuación, se presentan algunos consejos con los cuales puedes contribuir a
hacer frente al cambio climático y la contaminación con pequeños cambios de
hábitos y recomendaciones desde la comodidad de tu hogar:
Evita el desperdicio de alimentos. En todo el mundo, el 17% de los alimentos se
desperdicia en la distribución y entre los consumidores finales. Para disminuir
estas estadísticas, puedes planificar las compras con anticipación, revisar los
alimentos que tienes en casa y pensar el menú de los siguientes días, verificar la
información del etiquetado, servirte porciones pequeñas y, si cocinaste de más, no
tires las sobras: reúsalas o dona los excedentes.
Compra productos locales. Al comprar alimentos locales y de temporada, ayudas a
reducir las emisiones asociadas al transporte y contribuyes a la economía local.
También puedes intentar cultivar tus propias frutas, verduras y hierbas.
Controla tu consumo de energía. Los hogares consumen el 29% de la energía
mundial y, en consecuencia, contribuyen al 21% de las emisiones de dióxido de
carbono (CO2) resultantes. Para regular el consumo de energía desde casa,
puedes apagar las luces que no necesites, aprovechar la iluminación natural, optar
por bombillas LED, desenchufar los electrodomésticos que no estén en uso,
utilizar aparatos que cuenten con certificados de alta eficiencia energética, instalar
paneles solares, bajar la calefacción uno o dos grados y optar por materiales más
eficientes como aislantes para el techo.
Cuida tus residuos. Los seres humanos generan más de 2000 millones de
toneladas de residuos sólidos urbanos cada año, de los cuales el 45% se gestiona
de manera inadecuada. Para disminuir este impacto, puedes separar los residuos
orgánicos de los reciclables, optar por productos con envases reusables, reutilizar
materiales como vidrio, tela o metal, reparar lo que se descomponga, alargar la
vida de los aparatos electrónicos y, en caso de tener que desecharlos, guardarlos
hasta que puedas llevarlos a un sitio de disposición autorizado.
Vístete de manera inteligente. La industria de la moda representa entre el 8% y el
10% de las emisiones globales de carbono. Para disminuir tu huella, puedes
comprar menos ropa nueva y úsala por más tiempo, opta por marcas sostenibles,
recicla tus prendas y repararlas cuando sea necesario, y ten en cuenta servicios
de alquiler para ocasiones especiales.
Cuida tu consumo de agua. El agua cubre dos tercios de nuestro planeta, pero
menos del 1% es agua dulce de fácil acceso. Para preservar este recurso, puedes
cerrar el grifo mientras te lavas las manos o te cepillas los dientes, tomar duchas
de 5 minutos, regar tus plantas al finalizar el día, cerrar el grifo mientras lavas los
trastes, optar por un lavavajillas eficiente y llenar el tanque para lavar la ropa.
Estos son solo algunos ejemplos de pequeños cambios que puedes realizar en tu
día a día para contribuir al cuidado del medio ambiente. Recuerda que, entre
todos, es posible hacer la diferencia.
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