En el Istmo de Tehuantepec, la sequía causada por la crisis climática ha desencadenado una alarmante pérdida en la producción de maíz.
José Cruz Martínez, de 71 años, residente de Juchitán, Oaxaca, es uno de los agricultores afectados. Con tristeza en sus ojos, recorre su parcela de una hectárea y media donde solía cultivar maíz zapalote chico, una variedad endémica del Istmo de Tehuantepec. Sin embargo, este año, su cultivo se ha secado debido a la falta de lluvia, un fenómeno que atribuye directamente a las altas temperaturas y la crisis climática que azota al país en 2023.
Para Cruz Martínez, el maíz no es sólo un cultivo, es una parte vital de la cultura y la alimentación en su comunidad. «Sin maíz no hay país», pero también sin agua, no hay maíz». Este año, las lluvias escasearon, dejando a su cultivo y a su tierra sin el vital líquido que necesitaban para prosperar.
Según el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), de las 76,347 hectáreas de maíz sembradas en la región, sólo 21,000 hectáreas lograron cosechas exitosas hasta el 31 de agosto, lo que representa una pérdida del 60 por ciento.
El maíz zapalote chico, conocido como «Xhuuba huiini» en zapoteco, es un alimento fundamental en la dieta de los pueblos del Istmo de Tehuantepec. Se utiliza para preparar platillos tradicionales como tamales, totopos, guisos, garnachas, atole y más.
La situación en Xadani, un municipio vecino, es igualmente desalentadora. Según el SIAP, de las 5,650 hectáreas promedio de maíz sembradas, solo 1,621 hectáreas lograron cosechas exitosas, lo que representa una pérdida del 70 por ciento. La falta de lluvia, exacerbada por la crisis climática, ha dejado a los agricultores luchando por mantener sus medios de subsistencia.
Tomás Chiñas Santiago, director de la organización Tona Taati, enfatiza la gravedad de la situación y menciona la desaparición del programa federal de Seguro Agrícola debido a problemas de corrupción. Recomienda que cada campesino contrate un «seguro por siniestro» para asegurar un respaldo económico en futuros ciclos de siembra.
Chiñas también destaca un proyecto para impulsar el campo en el Istmo de Tehuantepec a través del programa del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec. Este proyecto no solo beneficiaría al maíz, sino también a cultivos como chile, mango, café y limón, proporcionando una perspectiva esperanzadora en medio de la crisis.
Mientras tanto, las mujeres que elaboran totopos, una tortilla de maíz cocida a altas temperaturas en hornos de comixcal, enfrentan problemas adicionales. La escasez de maíz ha aumentado los costos de producción, obligándose a utilizar harina de maíz procesada, lo que afecta la calidad de los totopos y encarece la tortilla. Están preocupadas por la creciente crisis alimentaria, que consideran un resultado directo de la crisis climática.
En medio de esta difícil situación, la comunidad de Oaxaca espera que se tomen medidas para enfrentar la crisis climática y proteger sus cultivos tradicionales, asegurando un futuro más sostenible para la región y su invaluable herencia cultural.
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