Redacción: Amairany Ramírez
En un mundo que cada vez más necesita de acciones concretas para proteger el planeta, la educación ambiental desde la infancia se vuelve fundamental. Es precisamente en este espíritu que un pequeño centro educativo en la comunidad de Los Cues, en el municipio de Huimilpan, está marcando la diferencia y poniendo un gran ejemplo.
Se trata de la Escuela Antonio Machado, un preescolar que ha decidido participar activamente en una iniciativa que combina el cuidado del medio ambiente con resultados positivos para su comunidad escolar. La escuela se unió a un programa impulsado por Grupo AlEn, una empresa que ha puesto en marcha esta propuesta que busca fomentar una práctica tan vital como el reciclaje.
La esencia del programa es sencilla pero poderosa: al participar en las actividades de reciclaje que promueve Grupo AlEn, la Escuela Antonio Machado puede acceder a una serie de beneficios. Esto convierte el acto de separar y procesar residuos en una actividad que no solo contribuye a reducir la contaminación y preservar los recursos naturales, sino que también genera un impacto directo y favorable en la vida diaria de la escuela.
La participación de los pequeños alumnos, apoyados por sus maestros y familias, demuestra que la conciencia ambiental no tiene edad. Desde los primeros años de formación, los niños aprenden la importancia de sus acciones en el entorno que les rodea, entendiendo que gestos como depositar una botella o un envase en el contenedor correcto tienen un propósito mayor.
La historia de este preescolar queretano es un recordatorio de que las grandes transformaciones ambientales a menudo comienzan con pequeños pasos locales y el compromiso de personas e instituciones que creen en un futuro más verde y sostenible, demostrando que reciclar sí puede generar beneficios más allá del impacto ecológico.