Redacción: Regina De Quevedo

La reforestación urbana es un proceso que transforma las ciudades en espacios más verdes, habitables y resilientes. En un mundo lleno de pérdida de biodiversidad, islas de calor y cambio climático, apostar por la reforestación urbana significa invertir en salud, resiliencia y calidad de vida. Más allá de una simple acción o necesidad, este proceso requiere plantar árboles, diseñar y gestionar espacios verdes que funcionen con la infraestructura y respondan a las necesidades de la comunidad.
No se trata de solo embellecer las calles o parques, sino de generar beneficios como la regulación de la temperatura, captación de CO2, reducción de ruido, mejora de la calidad del aire y la creación de espacios de convivencia. La forma en que se implementa un proyecto de reforestación depende del espacio disponible, los objetivos ambientales y las dinámicas sociales de cada ciudad, ya que cada espacio tiene sus necesidades y peculiaridades propias.
No es solo una moda, se trata de una herramienta necesaria para regenerar las ciudades y hacerlas más habitables. Su éxito depende de la visión a largo plazo y la responsabilidad que combine criterios técnicos, ambientales y sociales. No basta con solo plantar árboles, es necesario sembrar conciencia, construir comunidades comprometidas y asegurar que cada acción verde se convierta en beneficios duraderos.
Algunos de los tipos de reforestación urbana más comunes son:
Reforestación en vialidades
Árboles plantados en camellones, banquetas o avenidas, los cuales ayudan a erradicar la contaminación, proveen sombra a peatones y ciclistas, y hacen más caminables las ciudades.
Reforestación en parques y plazas
Bordes de la ciudad que funcionan como pulmones verdes y barreras naturales frente a la expansión urbana.
Reforestación comunitaria
Iniciativas creadas por vecinos o colectivos que crean un sentido de pertenencia y cuidado compartido.
Reforestación con especies nativas
Prioriza árboles y plantas propias de la región, garantizando mayor resiliencia y menor necesidad de mantenimiento o cuidado.
Cada tipo de reforestación responde a una lógica diferente, pero en conjunto crea una red verde que puede transformar la experiencia urbana. Antes de iniciar un proyecto de reforestación, es importante conocer especies que sean adecuadas dependiendo del clima o suelo, tener en cuenta que no todos los árboles son aptos para banquetas o zonas con infraestructura subterránea y que una reforestación exitosa depende del riego, podas y cuidados iniciales.
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