Redacción: Dania Cruz
Los guacamayos forman parte de la familia de los loros, es una especie de ave exótica de gran belleza e inteligencia increíble, estas aves son originarias de las selvas tropicales de América Central y del Sur, son conocidas principalmente por sus plumajes de vibrantes colores y sus increíbles habilidades para imitar los sonidos que se encuentran a su alrededor. Los guacamayos son aves sociales que suelen juntarse en bandadas de entre 10 y 30 miembros, sus graznidos y chillidos retumba a través de la selva.
Mas de dos siglos han transcurrido donde los guacamayos azules y amarrillos volvieran a sobrevolar en la Cuidad de Río de Janeiro, cuatro ejemplares de la especie Ara ararauna fueran trasladadas al Parque Nacional de Tijuca como parte de un plan de restauración ecológica de la Mata Atlántica. Donde tres hembras y un macho han sido rescatados de situaciones de tráfico ilegal o tenencia no autorizada, luego de su recuperación fue trasladadas a un vivero de aclimatación especialmente construido en el centro del Parque Carioca.
La reintroducción de guacamayos es muy significativa es un acto simbólico, es una acción concreta para restaurar funciones ecológicas clave, son reconocidas por su capacidad de dispersar semillas es un proceso vital para regeneración natural de los bosques. Durante su adaptación las aves recibieron una dieta mixta compuesta por semillas y frutas en su supervisión de un especialista para fortalecer sus capacidades de supervivencia autónoma en el entorno natural.
La extinción de los guacamayos en Rio de Janeiro estuvo conectada con la deforestación para las plantaciones de café y su captura extrema por parte del comercio ilegal, marco un cambio en la destrucción del habita a su recuperación integral. La introducción de las aves tuvo como propósito no solo restablecer el equilibrio ecológico, sino también renovar el vínculo entre la sociedad y la fauna local; se espera que con el tiempo se restablezca la población y vuelva ocupar su espacio original en el bosque Tujica.
Las aves enfrentaron amenazas debido a la pérdida de su hábitat, la fragmentación de los bosques tropicales y el tráfico ilegal de fauna silvestre, su tamaño, belleza y capacidad de imitar sonidos las convirtieron en especies codiciadas como mascotas y alimentando la captura indiscriminada.
En algunas regiones, como Río de Janeiro las poblaciones locales han desaparecido o se han reducido, por ello, se resulta fundamental poner en marcha programas de conservación y reintegración a nivel regional que permita recuperar sus funciones ecológicas y prevenir nuevas pérdidas.
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