Redacción: Javier Escárcega
La polémica surge debido a que el área donde se pretende desarrollar el proyecto alberga un valioso ecosistema forestal compuesto por oyameles, encinos y otras coníferas consideradas únicas en la región. Estas especies no solo cumplen una función ambiental clave en la regulación del clima y la captación de agua, sino que también forman parte del patrimonio natural de México y Centroamérica. Su posible remoción ha generado inquietud entre habitantes y especialistas por la fragilidad del equilibrio ecológico local.
De acuerdo con la Manifestación de Impacto Ambiental, identificada bajo la clave 21PU2025M0069, Feldmex solicitó a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales la autorización para un proyecto de minería a cielo abierto. El plan contempla la extracción diaria de hasta 416 toneladas de feldespato durante un periodo de diez años, lo que implicaría un cambio de uso de suelo en una zona forestal actualmente protegida por su valor ambiental.
La documentación oficial detalla que la superficie destinada a perforación y extracción corresponde a 10 hectáreas de bosque de coníferas con dominancia de encinos, según lo publicado en la Gaceta Ecológica de la Semarnat. Estas especies vegetales se encuentran enlistadas como endémicas en la NOM-059-SEMARNAT-2010, lo que refuerza los argumentos de quienes consideran que el proyecto representa una amenaza directa a la biodiversidad regional.
Además del impacto sobre la flora, la remoción del bosque tendría consecuencias severas para la fauna silvestre que habita la zona. Diversos mamíferos como lobos, castores, linces, osos negros, así como distintas especies de venados y liebres, dependen de este ecosistema para su supervivencia. La alteración del hábitat podría provocar su desplazamiento o desaparición local, afectando cadenas ecológicas completas.
Feldmex, que ya opera dos minas de feldespato en el municipio de Atexca, busca con este proyecto ampliar sus actividades para incluir procesos de lavado, almacenamiento y servicios asociados. La empresa estima una producción anual de hasta 125 mil toneladas del mineral, utilizado principalmente en la industria del vidrio, la cerámica y los esmaltes, y argumenta que la iniciativa contribuirá al desarrollo económico local mediante el aprovechamiento racional del recurso.
No obstante, el historial de la minería en Zacatlán mantiene encendidas las alertas comunitarias. En 2017, la aprobación de un proyecto similar en Metlaxixtla generó fuerte oposición social, y en junio de 2024 campesinos denunciaron que varias mineras están agotando mantos freáticos y contaminando árboles frutales como manzanos y duraznos. En un diagnóstico entregado a las autoridades, señalaron a cuatro empresas —Ecominerali, Covia, Feldmex y otra administración local— y exigieron a los tres órdenes de gobierno frenar la depredación de los recursos naturales, una preocupación que hoy vuelve a cobrar fuerza con esta nueva solicitud.
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