Para promoverla es necesario profundizar en las campañas de concientización, no sólo en escuelas, universidades, sino también en empresas, con la implementación de charlas, talleres, actividades, materiales educativos, etc.
La pandemia ha revelado la estrecha relación entre la salud humana y el estado del planeta, debido a nuestras prácticas de producción, consumo y estilo de vida. Para lograr un cambio significativo, es esencial fomentar la participación activa de la sociedad. La educación ambiental desempeña un papel fundamental al promover el cuidado de la naturaleza, así como la equidad social, la justicia ambiental y el desarrollo sostenible.
En julio de 2021, se promulgó en Argentina la ley 27.621 de Educación Ambiental Integral, la cual tiene como objetivo principal la formación de una ciudadanía ambiental consciente. Esta ley impulsa la colaboración con escuelas y asociaciones civiles para enseñar diversos aspectos, que van desde el reciclaje hasta el cultivo de alimentos, con el fin de promover prácticas sostenibles y responsables con el medio ambiente.
Como resultado, numerosas escuelas han establecido espacios y asignaturas dedicadas al cuidado del medio ambiente con el objetivo de concienciar a los niños sobre los problemas ambientales, fomentar su interés por la participación y la mejora del entorno. Además, existen asociaciones civiles, como las huertas comunitarias, que también contribuyen a esta causa.
La creación de huertas no requiere de un gran espacio; de hecho, un pequeño jardín o balcón son lugares comunes para su desarrollo. Existen diversos tipos de huertas y se puede elegir el más adecuado según las necesidades. Se pueden hacer en cajones de madera pequeños, macetas o directamente en un área de tierra disponible en el patio.
Esta actividad ofrece numerosos beneficios para el cuidado del medio ambiente. Al evitar el uso de fertilizantes agresivos, no contamina, promoviendo así un enfoque más ecológico. Además, fomenta el consumo responsable, el contacto directo con la naturaleza y la expansión de espacios verdes. Por si fuera poco, los alimentos producidos en estas huertas son saludables, nutritivos y respetuosos con el medio ambiente.
La educación ambiental desempeña un papel fundamental al promover la participación activa de la sociedad en la protección del medio ambiente, la equidad social, la justicia ambiental y el desarrollo sostenible. Al educar y empoderar a las personas, podemos lograr cambios significativos hacia un futuro más saludable y sostenible para todos.
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