Miguel Tirado Rasso
mitirasso@yahoo.com.mx
El todavía coordinador de la bancada
de Morena, se resiste acusar recibo
del mensaje que conllevan
los ataques en su contra y opta
por cumplir sus compromisos.
Con el aval de quien lo puede dar, las campañas de las corcholatas, rumbo al proceso de 2024, marcha viento en popa, eso sí, a contracorriente de la ley. Y es que, además del visto bueno de Palacio, los aspirantes oficiales gozan de un blindaje que los inmuniza contra las disposiciones legales que sancionan los actos anticipados de campaña.
Por un lado, la jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, lleva ya un buen récord de visitas a diversas entidades de la República dando conferencias magistrales sobre “Políticas Exitosas de Gobierno”, los fines de semana. Lo que se parece más a una estrategia de promoción personal de imagen que a una mera intención de difundir las acciones de su gobierno en la capital del país.
Por su parte, el otro López, el secretario de Gobernación, Adán Augusto, está dedicado a recorrer el país con el pretexto de promover
el voto favorable de las legislaturas locales para la reforma constitucional que militariza la seguridad pública en el país hasta 2028. Y, no obstante que el voto favorable lo tenía ya asegurado en 22 entidades, por contar gobiernos morenistas (20) o aliados (2), el titular de Gobernación decidió visitar todos los estados. Un muy conveniente y necesario placeo para efectos de su imagen pública, ya que en las encuestas es el menos conocido de las corcholatas.
Siendo estos dos personajes los aparentemente más cerca del dedazo presidencial, no parece haber límites en su auto promoción. Sólo habría que imaginar el escándalo que generaría cualquier intento de aplicarles una sanción, por actos anticipados de campaña, negándole su registro como candidato a alguno de ellos. Buen pretexto para agudizar la campaña en contra del INE, acusándolo de boicotear y atacar a los aspirantes de Morena para eliminarlos de la carrera presidencial. Entonces sí, estaría muy difícil salvar al Instituto de la furia de Palacio Nacional y de su propósito exterminador.
El caso de Marcelo Ebrard es diferente pues, en razón del cargo que desempeña, como secretario de Relaciones Exteriores no hay manera que pueda justificar giras al interior de la República. Pero por sus antecedentes como funcionario público, no es del todo desconocido en el país, además de que ha aprovechado las redes sociales para mantenerse presente. La circunstancia de que el jefe del Ejecutivo no asista a encuentros internacionales, le ha permitido al canciller hacer política fuera de nuestras fronteras, conociendo y estrechando relaciones con personajes de la comunidad internacional.
El cuarto aspirante, corcholata no oficial, el senador Ricardo Monreal ha padecido las consecuencias del distanciamiento de Palacio. Sin protección alguna contra el fuego amigo y, quizás, hasta promovido desde altas esferas, ahora es víctima de la perversidad de la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, que, en un paréntesis de sus ataques al dirigente del tricolor Alejandro Moreno, se ha ensañado contra el presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), difundiendo algunas grabaciones ilegales.
A estas alturas y a poco más de 10 meses de que inicie el proceso electoral para la sucesión presidencial, los golpes bajos y el fuego amigo, en el seno de Morena, no se han hecho esperar. El senador
Monreal, en su calidad de líder de la bancada de Morena y titular la presidencia de la Jucopo, además, por su experiencia y habilidad política, hace ruido e inquieta a quienes quisieran librar una carrera sin obstáculos.
En estas condiciones, el trabajo sucio de la gobernadora de Campeche resulta útil, como brazo ejecutor de los enemigos políticos de Palacio, aunque con Monreal se ha topado con un hueso duro de roer que le va a causar dolores de cabeza. Por lo pronto, el senador recibió el respaldo de 87 colegas suyos, incluyendo 38 de Morena, quienes suscribieron una declaración en la que expresan su rechazo a los ataques de la gobernadora en contra del senador Monreal y su repudio a los métodos y dichos de la mandataria campechana.
La condena de esta mayoría de senadores a la gobernadora, no es poca cosa. Cuestión de recordar que una de las facultades exclusivas del Senado es la declaratoria de desaparición de poderes locales (Constitución, Art. 76 frac. V), trámite previo para la destitución de un gobernador, que, si bien, no es un procedimiento fácil ni sencillo, puede dar lugar a un ruidoso conflicto político, que, seguramente, no le caería bien al huésped de Palacio.
El todavía coordinador de la bancada de Morena, se resiste acusar recibo del mensaje que conllevan los ataques en su contra y opta por cumplir sus compromisos sacando adelante las iniciativas de ley de Morena. La realidad es que sigue siendo un factor muy útil para los intereses de la 4T, hasta que la moratoria legislativa vuelva por sus fueros. Los intentos de golpe de estado para removerlo han sido infructuosos, porque no hay quien garantice obtener sus resultados.
En Palacio Nacional le perdieron la confianza. No lo quieren, pero lo necesitan. A su vez, Monreal no se quiere ir, a pesar de los mensajes, porque sabe que, como senador de a pie, pierde poder y posibilidades de negociación. Más pronto que tarde, tendrá que tomar la decisión que defina su proyecto político, que, a menos que haya una sorpresa, será fuera de Morena.
Noviembre 17 de 2022
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