Redactor: Sam Torne
El cambio climático está alterando significativamente las estaciones del año, llevando a veranos más prolongados y primaveras reducidas. Este fenómeno tiene implicaciones profundas en los ecosistemas, la agricultura y la salud humana.
En 2024, España experimentó un otoño inusualmente cálido, continuando una tendencia de 14 años sin otoños fríos. Noviembre de ese año registró temperaturas máximas históricas desde 1961. Además, se prevé que el invierno sea más cálido de lo habitual, reflejando el impacto continuo del cambio climático en las estaciones.
El calentamiento global está provocando una expansión de los veranos y una reducción de las primaveras y otoños. Las proyecciones indican que, hacia finales del siglo XXI, el verano podría extenderse hasta seis meses, mientras que las estaciones intermedias se acortarían significativamente. Este desajuste afecta la biodiversidad, la agricultura y la salud humana.
- Agricultura: los cambios en las estaciones alteran los ciclos de siembra y cosecha, afectando la producción de cultivos y, por ende, la seguridad alimentaria.
- Salud: veranos más largos incrementan la exposición al calor extremo, aumentando riesgos de enfermedades relacionadas con el calor y favoreciendo la expansión de vectores de enfermedades como mosquitos.
- Ecosistemas: la alteración de las estaciones afecta la sincronización entre especies, como plantas y sus polinizadores, poniendo en riesgo la biodiversidad.
Para enfrentar estos desafíos, es crucial implementar políticas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, promover prácticas agrícolas sostenibles y desarrollar infraestructuras resilientes que minimicen los impactos negativos de estas transformaciones estacionales.
¿Te gustó nuestra nota? ¡Contáctanos y deja tu comentario! AQUÍ
Conoce nuestra red ANCOP Network AQUÍ