Redacción: MaJo Gutiérrez
Un reciente estudio de organizaciones de consumidores ha destapado una alarmante realidad: la mayoría de las grandes plataformas de venta online en España no cumplen con la normativa de recogida de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE). A pesar de que el Real Decreto 110/2015 obliga a las empresas a garantizar la retirada del aparato viejo al entregar uno nuevo, la ley parece ser ignorada de manera sistemática. De las diez principales tiendas analizadas, solo MediaMarkt se acerca al cumplimiento total, demostrando que la ley, aunque clara en el papel, se diluye en la práctica.
El informe, que incluyó la simulación de cinco compras online diferentes, desde un frigorífico hasta un ratón inalámbrico, reveló fallos constantes en la aplicación de la normativa. Tiendas como Carrefour, El Corte Inglés, PC Componentes, Worten y Conforama han sido denunciadas ante el Ministerio de Consumo por sus incumplimientos. En la mayoría de los casos, la información sobre la recogida de residuos es confusa, difícil de encontrar, o simplemente inexistente durante el proceso de compra, dejando al consumidor en la incertidumbre y con un residuo que no sabe cómo gestionar.
La situación es especialmente preocupante en el caso de los dispositivos pequeños, como móviles o ratones, que se convierten en un “eslabón perdido” en la cadena de reciclaje. A diferencia de los grandes electrodomésticos, para los cuales algunas tiendas sí ofrecen la recogida, los pequeños residuos son sistemáticamente ignorados. Aunque la ley exige que se recojan de forma gratuita, plataformas como Amazon y Fnac complican el proceso con trámites engorrosos que obligan al consumidor a gestionar la retirada por su cuenta y en un momento posterior a la entrega.
Ante este panorama, las organizaciones de consumidores instan a las empresas a mejorar sus prácticas y a las autoridades a garantizar el cumplimiento de la ley. Piden que la información sobre la recogida de RAEE sea clara y visible durante todo el proceso de compra, que la retirada se integre en la logística de entrega sin trámites adicionales para el consumidor y que se realicen campañas para visibilizar la importancia de reciclar los aparatos más pequeños. El objetivo es claro: asegurar que los derechos de los consumidores se respeten y que el reciclaje de residuos electrónicos se convierta en una práctica accesible y efectiva en todo el país.