En las profundidades de las selvas tropicales, que se extienden desde el sur de México hasta el norte de Bolivia, y en los intrincados manglares de baja altitud, habita una de las criaturas más enigmáticas del reino animal: los osos hormigueros sedosos. Estos pequeños mamíferos, se caracterizan por su naturaleza solitaria y hábitos nocturnos.
En 2017, la investigadora Flávia Miranda, de la Universidad Estatal de Santa Cruz en Brasil, publicó un artículo basado en profundos análisis de ADN que sorprendió a la comunidad científica. El estudio reveló que, en realidad, existían hasta siete especies distintas de osos hormigueros sedosos, lo que cambió por completo la percepción de estos misteriosos animales.
Este hallazgo no detuvo la búsqueda de nuevas especies, ya que estos osos hormigueros habitan en áreas de difícil acceso para la investigación. Y, una vez más, Miranda podría estar a punto de revelar una nueva sorpresa en el mundo de la biología. La presunta octava especie de osos hormigueros sedosos fue encontrada por Miranda en el delta de Parnaíba, uno de los santuarios ecológicos más importantes de Sudamérica.
Los análisis genéticos llevados a cabo por Miranda y su equipo ya han comenzado. Hasta ahora, según lo que se informa en Hakai Magazine, esta población del delta se ha diferenciado de otras especies de osos hormigueros sedosos durante aproximadamente dos millones de años. Aunque aún faltan pasos por dar para determinar si esta población corresponde a una nueva especie, Miranda declara que «como mínimo, estamos seguros de que esta población es evolutivamente distinta y está en proceso de convertirse en una especie separada».
Sin importar el resultado final, estas criaturas no viven en un refugio seguro. En el delta de Parnaíba, las actividades agrícolas y las especies invasoras amenazan su supervivencia. Como respuesta a esta amenaza, los esfuerzos de reforestación se llevan a cabo desde 2011, con Miranda liderando el proyecto. Los residentes locales se han unido en la protección de los manglares, que brindan beneficios significativos a la biodiversidad de la región. El descubrimiento de una nueva especie podría ser un incentivo adicional para fortalecer la conservación de estos singulares osos hormigueros sedosos.
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