Redacción Ismael Salgado
La historia de “Laureano”, un laurel de la India con más de cien años de vida es ahora símbolo de resistencia y esperanza. Ubicado en la esquina de las calles “Fresas” y “Miguel Laurent”, en la colonia Del Valle, este majestuoso árbol fue recientemente declarado patrimonio natural de la Ciudad de México, reconociendo no solo su valor ambiental, sino también su importancia histórica y comunitaria.
El decreto emitido por el gobierno capitalino llega después de una intensa defensa por parte de vecinos, quienes desde 2024 lucharon para evitar que fuera talado por una constructora que planeaba levantar un complejo de departamentos. A través de firmas, protestas y difusión en redes sociales, lograron visibilizar la amenaza y exigir su protección. Hoy, esa lucha se traduce en una declaratoria oficial que lo protege legalmente como “árbol centenario”, “histórico”, “notable” y “singular”.
Con una altura de 23 metros y una copa que se extiende por casi 20, el “Laureano” no solo embellece la colonia, también limpia el aire al capturar dióxido de carbono, proporciona sombra y ayuda a mantener la biodiversidad en la zona urbana. Más allá de su tamaño, este árbol representa la memoria viva del antiguo pueblo de San Lorenzo Xochimanca, cuyas raíces siguen presentes en la identidad del barrio.
Este reconocimiento también sienta un precedente para otros árboles emblemáticos de la ciudad, como el “Viejo del Agua”, también declarado patrimonio natural. Ambos casos demuestran que cuando una comunidad se une para defender su entorno, puede transformar una amenaza en una oportunidad para preservar la riqueza ambiental y cultural que nos da vida.
¿Te gustó nuestra nota? ¡Contáctanos y deja tu comentario! AQUÍ
Conoce nuestra red ANCOP Network AQUÍ