Redacción: Amairany Ramírez
Dos historias separadas por siglos y continentes, pero unidas por la poderosa influencia del clima. Investigaciones recientes sugieren que un periodo de calentamiento global jugó un papel inesperado en el surgimiento del vasto Imperio Inca, mientras que hoy en día, las esperadas lluvias y el clima tropical comienzan a aliviar una severa sequía en México.
Tradicionalmente, se enseña que el crecimiento del Imperio Inca, que se extendió por gran parte de América del Sur, se debió a su sofisticada organización, su gran fuerza laboral y un poderoso ejército. Sin embargo, un equipo de científicos de América y Europa propone una nueva teoría audaz: un periodo de calentamiento natural que duró unos 400 años, comenzando alrededor del año 1100 d.C., fue crucial para su expansión.
Según esta investigación, un suelo examinado del fondo de un antiguo lago seco en Marcacocha, en los Andes peruanos, contiene restos como polen, semillas y carbón que cuentan la historia del clima durante 4.000 años. El jefe del equipo científico, Alex Chepstow-Lusty, sostiene que si no hubiera habido este calentamiento global desde el año 1100 d.C., no habría sido posible para la población ascender a los valles altos de los Andes, y por lo tanto, no habría existido el Imperio Inca. Chepstow-Lusty, un paleontólogo británico, ha dedicado 16 años a analizar estas muestras cerca de Cuzco, la antigua capital inca. Su investigación fue publicada recientemente.
Las temperaturas más altas habrían permitido a los incas cultivar en las alturas montañosas utilizando sistemas de andenes o terrazas agrícolas para aumentar sus cosechas. Además, el derretimiento de los glaciares de la región durante ese tiempo habría asegurado un suministro constante de agua para la irrigación durante todo el año.
El reporte más reciente, con corte al 31 de mayo de 2025, mostró que la sequía a nivel nacional cubría el 40.3% del territorio, lo que representa una disminución del 10% respecto al pico del 49.4% alcanzado a principios de mayo.
Se está observando una reducción en la cantidad de municipios con sequía excepcional, la categoría más severa. Aunque estados del norte y noroeste como Baja California, Chihuahua, Coahuila, Sinaloa y Sonora siguen siendo los más afectados, algunos municipios han salido de esta lista. Las lluvias recientes, aunque aisladas en el noroeste, han ayudado a la absorción en los campos y a generar algunos escurrimientos. La llegada del monzón en las próximas semanas también genera esperanza de más lluvias en estas regiones.
El panorama para la segunda quincena de junio parece prometedor, con pronósticos que indican condiciones más lluviosas de lo habitual. Factores como el Giro Centroamericano en el sureste, oriente, centro y sur, y la formación de ciclones tropicales en el Pacífico cercano a costas y el Golfo de México/Caribe occidental, se espera que contribuyan a este aumento de precipitaciones. Si bien la formación de ciclones se debe seguir de cerca, el principal beneficio inmediato será la reducción sustancial de la sequía, aunque esto también podría traer consigo problemas urbanos asociados a lluvias intensas.
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