Redacción: Amairany Ramírez
Redacción Ciencia, 10 dic (EFE). Las emisiones de gases de efecto invernadero generadas por el turismo mundial han aumentado a un ritmo alarmante en la última década, según un estudio publicado en la revista Nature Communications. Durante el periodo comprendido entre 2009 y 2019, el sector turístico creció a una tasa anual del 3,5%, más del doble que las emisiones de todos los sectores en su conjunto, que subieron un 1,5%. Este incremento pone de manifiesto la creciente huella de carbono del turismo, que alcanzó el 8,8% de las emisiones globales en 2019.
El análisis, llevado a cabo por investigadores de tres universidades australianas y la Universidad Linnaeus de Suecia, estudió los datos de viajes internacionales y nacionales de 175 países. Los resultados muestran que las emisiones del sector pasaron de 3,7 gigatoneladas de CO2 en 2009 a 5,2 gigatoneladas en 2019, lo que refleja un incremento significativo en el impacto ambiental del turismo.
En el último año analizado, 2019, los vuelos, los servicios relacionados con los viajes y el uso de vehículos privados fueron responsables de la mayor parte de las emisiones. Los países con mayor huella de carbono turística fueron Estados Unidos, China e India, que en conjunto representan tres cuartas partes de las emisiones totales del sector.
El informe subraya que el turismo está muy lejos de cumplir con los objetivos climáticos establecidos en el Acuerdo de París, que exige una reducción de más del 10% anual de las emisiones en todos los sectores. Los investigadores advierten que, sin medidas regulatorias urgentes, las emisiones del sector podrían seguir creciendo entre un 3% y un 4% anual, lo que implicaría que se duplicarían cada 20 años.
Para mitigar este impacto, los expertos sugieren una serie de intervenciones, como reducir la comercialización de vuelos de larga distancia, aplicar impuestos sobre el carbono y fomentar el uso de combustibles alternativos. Además, proponen que los operadores turísticos adopten prácticas más sostenibles, como la implementación de energía renovable en alojamientos y el uso de vehículos eléctricos para el transporte.
En este contexto, los investigadores enfatizan la necesidad urgente de tomar medidas a nivel global para reducir las emisiones del sector y alinearlas con los esfuerzos de lucha contra el cambio climático.
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