Redacción: Inés Arroyo
El Grupo Ecologista del Mayab Asociación Civil (Gema) ha presentado una denuncia ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) contra la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la empresa Susoma, por un contrato relacionado con el control de la fauna silvestre en el proyecto del Tren Maya. La denuncia destaca posibles violaciones al derecho de un medio ambiente sano y el riesgo de daños ecológicos.
Según los activistas, el contrato establece métodos como el uso de pirotecnia, trampas, dardos tranquilizantes y redes para controlar la fauna en las áreas cercanas al tren, lo que podría afectar gravemente a especies, algunas de ellas en peligro de extinción. Gema señala que estos procedimientos podrían infringir la ley, además de causar un desequilibrio ecológico en la región.
Otro punto clave de la denuncia es que el contrato prioriza la seguridad del tren y la operatividad, sin tener en cuenta el impacto sobre los ecosistemas locales. Aunque se mencionan leyes de protección de vida silvestre y derechos de los animales, Gema considera que los métodos propuestos son inapropiados, especialmente en áreas naturales protegidas por donde pasa el tren.
El contrato también incluye medidas como la reubicación de árboles, la creación de barreras naturales y la construcción de bebederos fuera del área de riesgo para los animales. Sin embargo, los activistas consideran que estas acciones no son suficientes para prevenir el daño ecológico.
Gema exige a la Profepa que investigue a fondo el contrato y asegure que se cumpla con la legislación ambiental vigente. La organización también recalca que ningún contrato, por más importante que sea el proyecto, puede legalizar prácticas que contravengan la protección del medio ambiente.
Esta no es la primera vez que Gema se enfrenta a proyectos que amenazan el entorno natural en la región. La organización logró cancelar el megaproyecto Malecón Tajamar en Cancún y ha luchado contra desarrollos hoteleros que afectan zonas de desove de la tortuga marina.
La denuncia busca garantizar que el desarrollo de infraestructura, como el Tren Maya, no comprometa la salud del medio ambiente y las especies que habitan en la región.
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