La conciencia sobre los impactos del cambio climático y el deterioro ambiental ha aumentado significativamente entre los ciudadanos de las principales economías del mundo. De acuerdo con una encuesta reciente realizada por Ipsos UK, el 72 % de las personas en 18 países del G20 y otras naciones como Austria, Dinamarca, Suecia y Kenia, apoyan la idea de que se tipifique como delito cualquier acción gubernamental o empresarial que cause graves daños a la naturaleza y al clima.
La encuesta, llamada Global Commons Survey 2024, fue realizada por las organizaciones Earth4All y Global Commons Alliance (GCA), y muestra una profunda preocupación entre los ciudadanos sobre el estado actual del planeta. Según el estudio, el 69 % de los encuestados cree que los puntos de inflexión climáticos y ecológicos están más cerca de lo que se pensaba, principalmente como resultado de las actividades humanas.
Este aumento de la preocupación refleja un cambio social importante, especialmente en un contexto donde muchos países han comenzado a reconocer el ecocidio como delito, como es el caso de Bélgica, el primer país de Europa en incluir este tipo de crimen en su legislación. Otros países como Chile, Francia, México, y Brasil están avanzando en proyectos de ley similares.
Avances legislativos contra el ecocidio
El concepto de ecocidio, definido por un panel internacional de expertos y adoptado en parte por la Fundación Stop Ecocidio, está ganando terreno en los ámbitos nacional, regional e internacional. Este año, la Unión Europea incluyó el ecocidio como una conducta punible en su Directiva sobre Delitos contra el Medio Ambiente, lo que obliga a los Estados miembros a incorporar estas normas en los próximos dos años.
Según Jojo Mehta, cofundadora de Stop Ecocidio Internacional, estas regulaciones muestran un avance crucial en la protección de los bienes comunes y los ecosistemas, respondiendo a las demandas de los ciudadanos que exigen acciones más firmes para enfrentar la crisis climática.
La urgencia de medidas ambientales
La encuesta también reveló que el 61 % de los encuestados aboga por una acción rápida y enérgica para proteger el medioambiente. Este dato sugiere un cambio en la percepción pública: más personas ahora consideran urgente adoptar políticas que aborden los problemas climáticos y ambientales. Owen Gaffney, codirector de Earth4All, comentó que este sentimiento marca un «punto de inflexión social», ya que las personas no solo son conscientes del problema, sino que exigen medidas inmediatas.
Uno de los hallazgos más interesantes del estudio es la diferencia de preocupación entre géneros. Mientras que el 62 % de las mujeres se muestran extremadamente preocupadas por el estado del medioambiente, solo el 56 % de los hombres comparten este nivel de inquietud. Además, el 74 % de las mujeres cree que en la próxima década deben adoptarse medidas significativas, frente al 68 % de los hombres.
Por otro lado, más hombres 44 % confían en que la tecnología puede solucionar los problemas ambientales sin cambios drásticos en el estilo de vida, en comparación con solo el 35 % de las mujeres que comparten esa creencia.
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