Redacción: Inés Arroyo
El desperdicio de comida es uno de los problemas ambientales más graves hoy en día. Cada año, se pierden 1,3 mil millones de toneladas de alimentos, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Este desperdicio no solo afecta al medio ambiente, sino que también contribuye a la inseguridad alimentaria mundial, ya que muchas personas no tienen acceso a alimentos suficientes.
El impacto ambiental del desperdicio de comida es enorme. Los recursos utilizados para producir los alimentos, como el agua y la energía, se pierden. Además, cuando los alimentos se descomponen en los vertederos, generan metano, un gas que acelera el cambio climático.
Para frenar este problema, expertos en nutrición y sostenibilidad instan a tomar decisiones más responsables en nuestra vida diaria. Susan Bowerman, directora Senior de Educación y Capacitación en Nutrición Mundial de Herbalife, afirma que podemos hacer nuestra parte comenzando con una mejor planificación de las comidas. Organizar las compras y preparar solo la cantidad necesaria ayuda a evitar el desperdicio de alimentos.
Una de las principales causas del desperdicio son los alimentos que sobraron en los platos. Para evitarlo, Bowerman recomienda servir porciones pequeñas y evitar agregar más comida si no se va a consumir. De este modo, reducimos lo que se tira a la basura.
También es posible aprovechar los alimentos perecederos antes de que caduquen. Por ejemplo, los tomates demasiado blandos pueden convertirse en salsa, y los plátanos maduros se pueden congelar para preparar batidos. Además, las sobras de comida pueden transformarse en sopas o guisos, aprovechando ingredientes que ya no están en su mejor momento.
Otra medida importante es donar los alimentos cercanos a su vencimiento. Siempre que limpiemos la despensa, podemos donar aquellos productos que aún son aptos para el consumo pero que no vamos a utilizar. Esta acción ayuda a reducir el desperdicio y a beneficiar a quienes más lo necesitan.
El desperdicio de alimentos es un desafío global que requiere el esfuerzo de todos. Con pequeños cambios en nuestra rutina, como planificar las compras, aprovechar las sobras y donar alimentos, podemos hacer una gran diferencia en la protección del medio ambiente y en la lucha contra la inseguridad alimentaria.
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