Redacción: Inés Arroyo
La trata de personas ha aumentado de forma alarmante, especialmente entre menores, según el Informe Global sobre Trata de Personas 2024 presentado por la ONU. Las víctimas detectadas en 2022 fueron un 25% más que antes de la pandemia, y las cifras para menores aumentaron aún más, con un 31% de incremento y un 38% en el caso de las niñas.
Este aumento se debe en gran parte a la pobreza, los conflictos y el cambio climático, factores que agravan la vulnerabilidad de las personas, sobre todo de los menores no acompañados en las rutas migratorias. La explotación sexual es la forma más común de trata, con las mujeres y niñas representando el 61% de las víctimas. Los niños, por su parte, son más comúnmente forzados a trabajos en condiciones de esclavitud o a mendigar.
Además, se ha registrado un aumento de la trata con fines de trabajo forzoso, que ahora representa el 42% de las víctimas, superando por primera vez a la explotación sexual, que es responsable del 36% de los casos. Sin embargo, la justicia no está respondiendo de manera adecuada, ya que los casos de trabajo forzado son más difíciles de investigar.
El informe destaca que la trata de personas es un fenómeno global, con un 31% de los flujos transfronterizos relacionados con ciudadanos africanos. El 74% de los casos involucra a grupos de delincuencia organizada, lo que subraya la magnitud del problema.
La ONU alerta que este delito es una de las consecuencias directas de la inestabilidad mundial. Aunque no hay estimaciones sobre el total de víctimas, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) calcula que casi 28 millones de personas están atrapadas en la trata de personas, un crimen que genera más de 235.000 millones de dólares anuales. La ONU hace un llamado urgente a la comunidad internacional para redoblar los esfuerzos contra la trata y proteger a las víctimas.
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