Redactor: Sam Torne
El cambio climático no se limita sólo a fenómenos extremos como huracanes o inundaciones, sino que también incluye cambios crónicos, menos perceptibles, pero igualmente devastadores; a medida que las temperaturas globales aumentan de manera constante, se generan efectos a largo plazo como la desertificación, la pérdida de biodiversidad y la alteración de ecosistemas completos. Estos cambios crónicos no reciben la misma atención mediática o política que los desastres climáticos más inmediatos, pero sus consecuencias son profundas y duraderas.
Francisco Estrada Porrúa, coordinador del Programa de Investigación en Cambio Climático de la UNAM, señaló recientemente que los tomadores de decisiones no están reaccionando con la urgencia que amerita la situación, aunque los cambios crónicos, como el aumento gradual de las temperaturas, suelen ser menos noticiables, son responsables de la mayor parte de las pérdidas económicas y sociales asociadas al cambio climático. Estas pérdidas afectan principalmente a las comunidades más vulnerables, exacerbando la desigualdad social y económica.
Falta de acciones concretas y coordinación global
Durante el Catorceavo Congreso Nacional de Investigación en Cambio Climático en México, se discutió ampliamente la necesidad de que las investigaciones científicas sobre el cambio climático se traduzcan en acciones concretas y coordinadas, José Manuel Saniger Blesa, de la Coordinación de Investigación Científica de la UNAM, subrayó la importancia de crear soluciones basadas en la realidad local de cada región. Según Saniger, la colaboración entre gobiernos, academia y sociedad es esencial para enfrentar los desafíos del cambio climático de manera efectiva.
A pesar de los avances en investigación y conocimiento, los esfuerzos para reducir las emisiones de carbono y proteger la biodiversidad se ven obstaculizados por la falta de coordinación y la lenta implementación de políticas. México, por ejemplo, ha reducido sus emisiones de carbono en los últimos años, pero según José Luis Samaniego Leyva, encargado de Cambio Climático en SEMARNAT, estos avances son insuficientes ante la magnitud del problema.
Los expertos coinciden en que las soluciones al cambio climático deben ir más allá de las respuestas inmediatas a los desastres; es fundamental restaurar ecosistemas clave, como los manglares y los bosques, que actúan como sumideros de carbono y protegen la biodiversidad. Además, promover prácticas sostenibles en sectores como la agricultura y la ganadería es crucial para reducir la presión sobre los recursos naturales.
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