Inés Arroyo
Rodrigo Amarelle, un emprendedor uruguayo, está llevando las energías renovables a ambos lados del Río de la Plata. Con SES Latam en Uruguay y Ámbar Energía en Argentina, sus empresas ofrecen paneles solares y consultoría para consumidores finales, técnicos e industrias. En Argentina, sus principales clientes son fábricas y mineras que necesitan energía en lugares remotos. En Uruguay, trabaja con técnicos instaladores y centros logísticos. Amarelle destaca el creciente interés en esta tecnología, impulsado por beneficios económicos y ambientales.
La inversión en paneles solares, que puede rondar los USD 8,000 para hogares y USD 40,000 en industrias, se amortiza rápidamente gracias a incentivos fiscales y ahorros en la factura eléctrica. En Uruguay, UTE permite recuperar hasta el 90% del costo en cuatro años mediante descuentos. En Argentina, exoneraciones de impuestos y créditos con tasas preferenciales facilitan el acceso a energías renovables.
Además de los beneficios económicos, los paneles solares contribuyen a descongestionar redes eléctricas y a mitigar cortes de luz, especialmente en temporadas de alta demanda energética. «Cada vez más empresas buscan tecnologías limpias, ya sea por exigencias corporativas o por obtener certificaciones internacionales», señala Amarelle. Con incentivos como el Decreto 151/2020 en Uruguay, que otorga beneficios fiscales para tecnologías limpias, y políticas similares en Argentina, las energías renovables están transformando la región.
¿Será este el modelo energético que definirá el futuro?
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