Redactor: Sam Torne
El acceso al agua en México enfrenta una amenaza creciente debido a la alteración de los flujos hídricos naturales, la sobreexplotación de acuíferos y la degradación de cuencas. Así lo advirtió la UNESCO durante el seminario «Diálogo de saberes: tejiendo redes por el agua», donde expertos nacionales e internacionales concluyeron que el problema, aunque grave, es todavía reversible mediante soluciones basadas en ciencia y tecnología.
Flujos alterados y eventos extremos: los desafíos actuales
La situación hídrica en México es crítica. Instituciones como la SEMARNAT, la CONAGUA y el IMTA alertaron que la pérdida de hábitats, la deforestación, la contaminación y la aparición de especies invasoras han deteriorado seriamente las fuentes de agua. Esta degradación ha coincidido con un aumento en la frecuencia e intensidad de sequías e inundaciones, fenómenos que ponen en jaque la seguridad hídrica del país.
Los expertos señalaron que la falta de gobernanza efectiva en la gestión de riesgos hidrometeorológicos agrava el panorama. De acuerdo con los participantes del seminario, es fundamental invertir en infraestructura resiliente y mejorar la capacidad de anticipación y respuesta ante desastres relacionados con el agua.
Soluciones basadas en ciencia: un futuro posible
Andrés Morales, representante de la UNESCO en México, destacó la importancia de «contar con datos confiables, herramientas de monitoreo y soluciones adaptativas» para tomar decisiones efectivas. La ciencia y la innovación tecnológica serán esenciales para reorientar las políticas públicas de agua, especialmente en el marco del Plan Nacional Hídrico 2025-2030 impulsado por la presidenta Claudia Sheinbaum.
El Plan Nacional busca garantizar el acceso equitativo y sustentable al agua en el largo plazo, siguiendo también los lineamientos de instrumentos como el Acuerdo Nacional por el Derecho Humano al Agua y la Sustentabilidad, y el Acuerdo Nacional por los Bosques, Selvas y Manglares.